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7-J. Tarea tras las elecciones europeas

Tras el 7-J el trabajo se acumula. En primer lugar, conviene recordar a los eurodiputados electos el deber que tienen contraído con sus votantes y con la sociedad en general.

el 16 sep 2009 / 03:52 h.

Tras el 7-J el trabajo se acumula. En primer lugar, conviene recordar a los eurodiputados electos el deber que tienen contraído con sus votantes y con la sociedad en general. Ya está bien que se pierdan en las mullidas alfombras del Parlamento Europeo y con tanto viaje por ahí gozando de unas generosas retribuciones y otras prebendas. Tan bien se acomodan al escenario al que llegan que luego se olvidan de dar cuenta del trabajo que desarrollan, una obligación elemental que incumplen sistemáticamente desde el primer minuto. Así las cosas, no vale quejarse del desconocimiento que tiene la ciudadanía de la labor y la función que ejercen las instituciones europeas, desde luego, cada vez más influyentes en nuestras vidas. Han de ejercer una función pedagógica casi a diario porque, a la vista está, el desconocimiento, cuando no el desinterés por la cosa europea, es cada vez mayor, una carencia de la que hay que culpar en mayor parte a ellos mismos. Igualmente, convendría hacer algo de autocrítica en los medios de comunicación más propensos que nunca a escandalizarse con cualquier declaración altisonante en campaña electoral como si fuera la primera vez que ocurre un fenómeno de este tipo.

Campaña sucia, como cualquier otra

Bien es cierto que los principales partidos políticos se han cruzado acusaciones de todo tipo. Pero ni más ni menos que en otras ocasiones. Sin embargo, la diferencia estriba en que esas disquisiciones, fuera de tono, histriónicas, en algún caso, han abandonado la categoría de anécdota electoral para convertirse en noticia que acaparaba toda la atención mediática. Y es en esta fase en donde las responsabilidades están compartidas, fundamentalmente, entre la clase política y la periodística aunque, evidentemente, en distinto grado, por supuesto. A pesar de todo, es de destacar el esfuerzo, en especial, de algunos por embarrar el terreno de juego, tal y como se ha comprobado con el supuesto escándalo de Matsa. Por cierto, una vez pasados los comicios, otra tarea a acometer: que de una vez por todas presenten la correspondiente querella contra Chaves, pero no una simple denuncia testimonial basada en recortes de prensa que ellos mismos se encargaron de nutrir debidamente.

La vuelta a la normalidad

El regreso a la cotidianidad nos ha de llevar de bruces a los grandes temas pendientes como pueden ser la lucha contra la crisis, la financiación autonómica o el fortalecimiento del sistema financiero andaluz. En cuanto al primer asunto, una vez puestas en marcha las principales actuaciones se han de complementar con dos hitos como son un nuevo Acuerdo de Concertación Social y el Pacto con IU ya que el PP se ha desmarcado del mismo. Sobre la financiación autonómica, ya no cabe excusa alguna. El reloj corre y julio es la fecha tope para cerrar un entendimiento que el Gobierno central ve cerca. Y sobre las cajas, lo dicho en otras ocasiones: como el Ejecutivo andaluz no ponga orden, los cajeros harán lo que les dé la gana, o sea, lo que más les interese a ellos, no a Andalucía.

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