Representantes del grupo de países en desarrollo, que reúne a unas 70 naciones del mundo, reivindican la declaración de las aguas del océano profundo como patrimonio de la humanidad, para que cese el "monopolio" que ejercen algunos países desarrollados sobre la explotación de los recursos de los fondos. Así lo explica el investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC), Carlos Duarte, quien denuncia la "falta de equidad" en la explotación de los recursos del océano profundo, donde sólo seis países desarrollados (EEUU, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Canadá) exploran los fondos.
Duarte, que pronunció esta semana una conferencia sobre ecosistemas marinos en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, indicó que la inexistencia de un marco regulador adecuado sobre explotación de las aguas internacionales oceánicas lleva a que a muchos países les esté vedada la participación en esas exploraciones. En este ámbito, señaló que España "no está en primera división" porque no dispone de los recursos ni la compleja tecnología que requiere la exploración oceánica, "casi tan sofisticada como la espacial", aunque realiza una valiosa aportación de "ideas y capacidad investigadora".
Frentes. El científico destacó los esfuerzos que ha realizado Naciones Unidas en la búsqueda de una solución consensuada sobre la gestión de los bienes oceánicos, con el fin de que "no sean sólo los países más avanzados los que tengan acceso". En ese comité se han mantenido dos posturas: la de países como Canadá y Australia, que han defendido el "monopolio"; y la de los países en desarrollo, que han reivindicado la declaración de estas aguas como patrimonio de la humanidad.
