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700 jóvenes participan en los campos de trabajo de Andalucía

¿Días enteros tumbados al sol en Chiclana o Fuengirola? ¿Un curso de inglés en Irlanda? ¿Hacer el Camino de Santiago? Son algunos de los destinos preferidos de los jóvenes para pasar el verano. Pero hay otras alternativas menos conocidas, en las que la solidaridad es la protagonista.

el 16 sep 2009 / 06:37 h.

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M. Jiménez Carreira

¿Días enteros tumbados al sol en Chiclana o Fuengirola? ¿Un curso de inglés en Irlanda? ¿Hacer el Camino de Santiago? Son algunos de los destinos preferidos de los jóvenes para pasar el verano. Pero hay otras alternativas menos conocidas, en las que la solidaridad es la protagonista.

La Selectividad ya es sólo un mal pero lejano recuerdo y hace tiempo que quedaron atrás los últimos exámenes universitarios. La única tarea que tienen los jóvenes es planear sus vacaciones. Algunos aprovechan este tiempo para trabajar por los más necesitados, por la cultura o por la conservación de la naturaleza a través de los múltiples campos de trabajo que diversas entidades convocan cada verano en Andalucía.

El Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) organiza este año 28 de ellos, seleccionados de entre más de 80 propuestas. Serán en total 700 los participantes, más de la mitad procedentes de otras comunidades autónomas y del extranjero (principalmente de Francia, Turquía, Italia y hasta de Corea del Sur).

Estos campos tienen dos semanas de duración y se desarrollan durante todo el verano. "Son mucho más que lugares de trabajo: son actividades que se realizan de forma desinteresada y que revierten en beneficio de la comunidad", explica el director general del IAJ, Raúl Perales.

La categoría más demandada este año ha sido la de los proyectos de temática social. Entre ellos, el que se desarrollará en la aldea del Rocío, donde se alojarán 25 voluntarios para acompañar a un grupo de afectados con Síndrome de Asperger. Además, las calles de uno de los barrios más necesitados de Cádiz, La Paz, acogerán gymkanas, competiciones y talleres con niños en riesgo de exclusión.

También suscitan mucho interés los campos de arqueología. Varios voluntarios van a colaborar en la limpieza del anfiteatro romano de Itálica, en Santiponce. Otros restaurarán los autariques (motivos decorativos) de Medina Azahara, y los más imaginativos podrán reconstruir una auténtica vivienda ibérica con adobe en Almedinilla (Córdoba).

Con el objetivo de recuperar el patrimonio histórico, habrá jóvenes que trabajen en la recreación de un poblado nazarí en Cortes de la Frontera (Málaga) o en el acondicionamiento de un castillo como museo en Mairena del Alcor (Sevilla). Y también un grupo numeroso colaborará con el medio ambiente, limpiando las orillas del Pantano del Chorro (Málaga), anillando aves en el humedal de Padul (Granada) o rehabilitando senderos naturales en Cortegana (Huelva).

"No sólo hay tiempo para el trabajo: los campos también contemplan actividades paralelas como fiestas, excursiones, o juegos", explica Raúl Perales. Es una muestra de que la solidaridad puede ir aparejada a la diversión. "Son unas vacaciones alternativas: 15 días en los que además quedan amistades muy fuertes y el compromiso por hacer labores desinteresadas".

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