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¡A comer grumetes!

La Nao Victoria fue la única de las cinco naves que salieron de Sevilla en 1519 que logró dar la vuelta al mundo. Su réplica, que estará en el muelle de las Delicias hasta el viernes, tiene una misión aún más difícil: que los niños coman sano.

el 16 sep 2009 / 04:02 h.

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VÍDEO: HORACIO RAYA

La Nao Victoria fue la única de las cinco naves que salieron de Sevilla en 1519 que logró dar la vuelta al mundo. Su réplica, que estará en el muelle de las Delicias hasta el viernes, tiene una misión aún más difícil: que los niños coman sano.

En el siglo XVI, los marineros que surcaban los mares en busca de alguna gesta que cumplir hacían verdaderos juegos malabares para no morir de hambre durante la travesía o, en el mejor de los casos, contraer alguna enfermedad relacionada con la mala alimentación. "Hoy, que sólo tenemos que abrir la nevera para comer lo que queramos, nos encontramos con que hay obesidad, anorexia o bulimia". De esa gran contradicción habla José Luis Hernández, el encargado de llevar a buen puerto el objetivo que se han marcado la Fundación Nao Victoria y el Grupo Leche Pascual: que los niños que visiten estos días el barco coman mejor y practiquen más ejercicio.

Por eso, y aprovechando el encanto que tiene para los pequeños la réplica de la mítica nave -construida para la Expo del 92-, hasta el viernes más de 800 escolares de toda la provincia de Sevilla llegarán al muelle de las Delicias para participar en el programa Fin de curso en la Nao Victoria. Enseñar es el objetivo pero no hay ni charlas ni conferencias sino historias de marineros y épicos viajes en busca de otros mundos. "Les hablamos, por ejemplo, de la figura del despensero, que era el único que podía bajar a la bodega y el encargado de administrar las raciones diarias de comida a la tripulación en función del ejercicio que habían realizado o de su estado de salud", explica José Luis. Con esta excusa, los encargados de guiar a los chavales por cada rincón del barco consiguen que términos como dieta equilibrada, pirámide nutricional o calorías suenen un poco menos a chino.

Como niños que son, lo que más les llama la atención de la visita son las anécdotas que vivieron aquellos privilegiados marineros sevillanos que divisaron el nuevo mundo desde un palo mayor idéntico al que ellos pueden subirse o como, cuando el hambre apretaba, "tenían que comerse las ratas de la bodega o trozos de cuero que habían reblandecido sumergiéndolos en agua".

Pero como hay que predicar con el ejemplo y lograr que se muevan un poco es otro de los objetivos de la visita, una vez que salen del barco a los niños les espera una gigantesca roca -de mentira, eso sí- que tienen que escalar si quieren lograr hacerse con el tesoro por el que compiten en grupos. Se trata de una gymkana en la que también tienen que conseguir abastecer a una hipotética tripulación para que no muera de hambre en su travesía por el mar.

Para terminar de convertirlos en auténticos grumetes, cuatro jóvenes y dos profesores de alguno de los centros escolares que participen en el programa podrán embarcarse en una travesía en la Nao Victoria, que partirá hacia el Puerto de Santa María para concluir un viaje que le ha llevado también por aguas de Málaga y Cádiz. Durante el trayecto, los afortunados podrán pilotar la nave, aprender a manejarse con la carta de navegación, realizar sus primeras maniobras con las velas o ver cómo se cocina en un barco. Los que se queden en tierra no se perderán ni un detalle de la aventura porque podrán seguir un diario de abordo on line que se colgará en internet.

Pero no sólo a los niños les gustan los barcos y no sólo ellos tienen que aprender a alimentarse en condiciones. Por eso, mientras permanezca atracada en Sevilla, la Nao Victoria recibirá por las tardes las visitas de todo el que quiera pasarse por allí. También estará abierta al público la zona anexa de juegos que se ha instalado en el muelle.

Cualquier excusa es buena para visitar una nave con cinco siglos que después de haber conquistado el mundo sigue surcando los mares para, esta vez, divulgar la historia y la cultura marítima de Andalucía allá donde va.

Qué: Puede visitar la réplica de la Nao Victoria.

Por qué: Acoge una actividad para fomentar la alimentación saludable entre niños de 10 a 16 años.

Dónde: El barco está atracado en el muelle de las Delicias de Sevilla.

Cuándo: Hasta el viernes.

Horario: Las visitas escolares son por las mañanas y de 17.00 a 21.00 horas abre al público general.

Cuánto cuesta: Gratis.

Qué hacer: Visitar el barco y la zona de juegos.

Quién lo organiza: La Fundación Nao Victoria y Grupo Leche Pascual dentro del programa Guadalquivir, Río de Historia.

Más: www.fundacionnaovictoria.org o 954090956.

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