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'A esas individuas, ni agua'

Peladas a rape, sometidas a escarnio público, violadas, desposeídas de sus hijos... Y todo por rojas, por no estar en su sitio, la casa. No hubo piedad para con las mujeres durante la Guerra Civil y el franquismo. En Andalucía, unas 3.600 lo padecieron en sus carnes. Un libro da fe de tamaño horror.

el 15 sep 2009 / 01:42 h.

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Peladas a rape, sometidas a escarnio público, violadas, desposeídas de sus hijos... Y todo por rojas, por no estar en su sitio, la casa. No hubo piedad para con las mujeres durante la Guerra Civil y el franquismo. En Andalucía, unas 3.600 lo padecieron en sus carnes. Un libro da fe de tamaño horror.

"Cuanto más indago, más radical me vuelvo... Si para algo debe servir mi investigación es para dar cuenta de un fenómeno por el que la historiografía ha pasado de puntillas, tratado como complemento de la represión franquista desplegada sobre el hombre, cuando la que se gastó con la mujer fue, como poco, igual de intensa y además tuvo su propia singularidad; y más aún, mucho me temo que sus efectos siguen presentes en la actualidad y podrían explica, entre otros factores, la situación de violencia existente ahora contra las mujeres".

Es la reflexión de Pura Sánchez, profesora de Lengua española y Literatura en el IES Velázquez, quien ayer tarde presentaba en el Real Alcázar, dentro de su ejemplar Aula para la Recuperación de la Memoria Histórica, su libro La represión de las mujeres andaluzas desde los tribunales militares (1936-1950), publicado por RD Editores para el aula en cuestión.

"Me hubiese gustado titularlo de modo menos académico, más como el subtítulo: Individuas de dudosa moral; porque así, como individuas, era como se referían Guardia Civil, jefes locales de Falange y alcaldes en sus informes de conducta sobre cualquier fémina sospechosa de roja", explica.

Su investigación nació de sus lecturas sobre memoria histórica. Tanto se le removió la conciencia que, en un plis plás, "pasaba de la pasividad a la militancia". El curso 2005-6 no dio clases, sino que se lo pasó investigando merced a un proyecto subvencionado por la Consejería de Educación.

Cambió las aulas por el Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo, en la Fábrica de Artillería, donde se conserva, mal que bien, la historia documentada de tanta injusticia cometida bajo visos de legalidad. "De las 90.000 fichas de causas por delitos que allí constan, y que abarcan toda Andalucía, el 4% corresponde a mujeres juzgadas". Es decir, unas 3.600.

Retrato de la mujer roja. "A esas individuas, ni agua", era el leit motiv de los opresores, recuerda Pura. Y se practicaba a rajatabla: toda mujer que no fuera "de su casa" y se hiciera notar en público era susceptible de ser castigada por roja, por transgresora moral, por procaz.

Pone los pelos de punta cuando relata casos concretos, como el de una señora condenada a seis años de cárcel "sólo por haber proferido una frase sospechosa en un mercado". "Y en los años 40 llovieron las penas a mujeres por relacionarse con los presos, cuando lo que hacían era velar por que sus familiares tuviesen ropa limpia y algo decente que comer".

El régimen intentó minar cualquier rescoldo antimoral o colaboracionista, bien por la fuerza, bien con un plan de reeducación social que reprimiese lo que Vallejo-Nájera calificó científicamente como "desviaciones patológicas". Tal como suena...

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