El consejero andaluz de Agricultura, Luis Planas, saluda a la consejera de Presidencia, Susana Díaz, este martes en Sevilla. / EFE
¿Por qué ahora? Es la pregunta que más veces ha tenido que responder José Antonio Griñán desde que el pasado miércoles anunciara en el Parlamento que no volvería a presentarse a las elecciones y se desencadenara el tsunami por su sucesión. Muchos socialistas han sido muy críticos con los tiempos que ha elegido el presidente para esta maniobra política de calado, que ha salpicado de lleno al líder federal, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ayer el presidente de la Junta y secretario general del PSOE-A trató de ser franco ante los suyos y les dijo, en un discurso que sonó a despedida, que ha planteado el relevo ahora porque es el mejor momento, el más oportuno para Andalucía y para el partido. La maquinaria de las primarias que elegirán al candidato y sucesor arrancó oficialmente ayer con dos nombres, de momento, en liza: el de la consejera de Presidencia, Susana Díaz, la señalada por Griñán y la que recaba más apoyos públicos, y el del consejero de Agricultura, Luis Planas, que se llevará el voto de los críticos aunque no sea su candidato.
El comité director del PSOE-A, que quedó empañado por el nuevo auto de la jueza Mercedes Alaya, dio luz verde por 184 votos a favor, 17 abstenciones y solo un voto en contra a las primeras primarias en la historia del partido, que se celebrarán el 29 de julio. Desde ayer los aspirantes tienen hasta el día 17 para recoger el 15% de avales que necesitan (6.860 de los 45.733 militantes). Díaz presentará su candidatura mañana jueves en Antequera (Málaga) y Planas lo hará el mismo día en Córdoba. No se descarta una tercera lista, que podría impulsar el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez, el socialista más activo en las redes sociales. Aunque Griñán aseguró ayer que no piensa hurtar el debate sobre su relevo ni impedir a nadie que se presente, Díaz es la candidata del presidente, del Consejo de Gobierno y de la mayoría oficialista. Son muchas las voces que ya han salido a darle públicamente su respaldo y ninguna ha apoyado abiertamente a Planas. Los críticos a la dirección regional aún se muestran reticentes sobre si el consejero de Agricultura es el candidato de paja de Griñán o la marca blanca de Susana Díaz que venga a legitimar unas primarias muy cuestionadas por las prisas y las formas. Pese a ello, Planas cosechará el voto de los díscolos, después de que éstos no hayan conseguido convencer a Micaela Navarro de que se presente. Sigue siendo una incógnita a quién apoyará Jaén, provincia clave.
En un concurridísimo comité director que se alargó más de cuatro horas, Griñán pidió a los contrincantes que las tácticas o estrategias que usen sean desinteresadas y que piensen en Andalucía y el partido. Pero sin duda en lo que puso más énfasis es en explicar los motivos de este paso atrás. Tengo todo el derecho a decidir cuándo quiero terminar mi vida política, pero sé también que ejercer ese derecho conlleva la responsabilidad de planificar y plantear a mi partido el relevo. No nos hagamos trampas, antes o después se iba a abrir el debate de la sucesión, señaló. Reiteró varias veces que su sucesión es lo natural y que a muy pocos socialistas ha podido coger por sorpresa. Mi mayor debilidad sería no reconocer que mi tiempo político termina, dijo. Cuando cierre la página política lo hará para siempre para no caer en la tentación de estar entre bambalinas.
VOCES CRÍTICAS
El candidato o candidata asumirá el poder en el partido, y en la Junta cohabitará con Griñán hasta que éste decida marcharse. El propio presidente no ha descartado un adelanto electoral ni que vaya a abandonar el Gobierno andaluz antes de las autonómicas. Ayer no mencionó el horizonte de 2016. Algunas de las intervenciones a puerta cerrada fueron muy críticas con las prisas para convocar las primarias. La intervención más ácida fue la de Luis Pizarro, que aglutina a los contrarios a la dirección de San Vicente en Cádiz, quien opinó que hubiera sido mejor esperar a la conferencia política del PSOE en octubre, que precisamente regulará el sistema de primarias. Militantes de Granada como Pedro Martínez o Luis Salvador también se mostraron muy descontentos, mientras que el sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis pidió más tiempo para poder armar una candidatura. Hablaron unas 30 personas y todos los secretarios provinciales excepto la sevillana Susana Díaz, que cedió la palabra a Fernando Rodríguez Villalobos.
Básicamente el argumento que esgrimió Griñán para defender las primarias exprés fue el de la oportunidad. Dijo que el relevo hay que abordarlo en un momento de estabilidad y solidez del partido y del proyecto de Gobierno y sin que haya interferencias electorales ni de otras citas del calendario federal. Su objetivo es que después de verano este capítulo esté cerrado para que el PSOE se dedique a gobernar. Consideró necesario que el nuevo rostro del partido tenga margen para su proyección social.
