"Estamos a la espera, como todos", señaló ayer el ministro de Industria en funciones, Joan Clos, a los periodistas que intentaron infructuosamente que hasta seis miembros del Gobierno les dieran alguna pista sobre su continuidad en el Gabinete tras presentar sus credenciales en el Congreso.
Excepto el titular de Defensa, José Antonio Alonso, nombrado portavoz del grupo parlamentario socialista para esta legislatura, los demás ministros que ayer acudieron a la Cámara Baja para acreditarse como diputados electos están pendientes de lo que decida José Luis Rodríguez Zapatero, a tenor de lo dicho por Clos.
Alfredo Pérez Rubalcaba, el responsable de la cartera de Interior que públicamente ha reconocido que está reflexionando sobre su permanencia en la vida política, bromeó y sonrió más que ninguno a los informadores que le persiguieron con insistencia por los pasillos del Congreso, pero tampoco les dijo nada. "Un placer, no sabéis cómo os quiero", fueron las únicas palabras en boca de Rubalcaba que pudieron ser captadas por los micrófonos de los periodistas.
Antes de Rubalcaba había presentado sus credenciales la ministra de Vivienda en funciones, Carme Chacón, y después lo hicieron el responsable de Justicia, Mariano Fernández Bermejo -únicamente para hacerse la foto oficial-, José Antonio Alonso, la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y en último término, Joan Clos.
El ministro del Interior, que olvidó en casa uno de los documentos que necesitaba para acreditarse, coincidió en el despacho con los tres diputados electos de ERC, Joan Ridao, Joan Tardá y Francesc Canet, con quienes conversó animadamente durante un rato. Ridao comentó después que todo el "papeleo" al que están obligados los nuevos parlamentarios le parece un "anacronismo".
