El cardenal Amigo tiene los días contados en la que ha sido su casa durante los últimos 27 años. Alcanzada la edad preceptiva para la jubilación, su carta de renuncia aguarda desde hace unos días respuesta papal en las estancias de la Santa Sede. Sobre cuándo aceptará el Pontífice su renuncia "no hay ni la menor pista". Lo que parece seguro es que el cardenal Amigo no seguirá residiendo en Sevilla.
La incógnita reside ahora en vaticinar cuándo llegará hasta la plaza de la Virgen de los Reyes la carta de respuesta con membrete de la Santa Sede. Fiel a las leyes eclesiásticas del Código de Derecho Canónico, el cardenal Amigo remitió hace unos días al Sumo Pontífice la carta de renuncia de su oficio que debe presentar todo obispo diocesano al alcanzar los 75 años. El secreto que nadie conoce es cuándo proveerá Benedicto XVI sobre el particular, es decir, cuándo llegará el momento del relevo efectivo al frente de la diócesis sevillana. ¿Habrá respuesta en unos meses? ¿Dejará el Vaticano pasar un periodo de tiempo mayor antes de aceptar oficialmente la renuncia del cardenal? A este respecto, en los foros eclesiales locales se han desatado todo tipo de suposiciones.
"Hay quien dice que el cardenal no se tomará los polvorones en Sevilla y otros que pronostican que permanecerá aquí algunos meses más, pero la realidad es que no hay ni la más mínima pista de lo que pueda pasar. Si el obispo titular estuviera enfermo, el proceso se aceleraría una barbaridad, pero no es el caso", asegura un experto conocedor de las claves internas de la curia sevillana.
En cualquier caso, sea cual sea la diligencia vaticana en responder, las interpretaciones malintencionadas en un sentido u otro están más que aseguradas. "Si le aceptan la renuncia en cuestión de días dirán 'hay que ver las ganas que había de echarlo' y si tardan mucho en hacerlo especularán con que no se fían del que viene. En este caso, y dado que el sucesor ya está nombrado, lo normal es que no se demore mucho esta situación", explican las fuentes consultadas.
A la espera de noticias vaticanas, todo permanecerá igual en la diócesis de Sevilla. El propio Amigo Vallejo sincretiza el escenario de transición que ahora se abre con una frase: "Mañana lunes será todo igual que ayer sábado". Es decir, que no habrá absolutamente ningún cambio en el gobierno de la diócesis durante este ínterin en el que seguirán conviviendo dos obispos en la sede hispalense.
Otra cosa será cuando el Santo Padre acepte la dimisión del cardenal Amigo. "En ese mismo momento, el coadjutor Asenjo comenzará a ejercer de obispo titular sin necesidad de tomar posesión", una formalidad que el prelado llegado de Córdoba ya cumplió el pasado mes de enero. Puede que Asenjo decida entonces celebrar alguna ceremonia de comienzo de su ministerio como nuevo arzobispo, "pero es algo que queda a su potestad y que carece de efectos jurídicos".
Mientras llega el momento del relevo efectivo, Amigo ya tiene diseñado su retiro. "Por supuesto, va a ser vinculado a alguna Fraternidad o Comunidad Franciscana. El problema va ser elegir, porque el padre provincial ya me ha ofrecido todas las casas de la Provincia, al igual que otros padres provinciales de otras comunidades. En cualquier caso, será siempre vinculado a alguna Fraternidad Franciscana y con la libertad que supone el ser cardenal y tener que cumplir algunas obligaciones. Y haciendo lo que hacen los franciscanos ordinariamente, anunciar el evangelio, pues escribiendo y algunas otras actividades".
Amigo, pues, no tiene pensado fijar su residencia en Sevilla y son muchos los que, en su entorno más cercano, apuntan al convento franciscano de Ponteareas como morada habitual. "Yo soy de la provincia de Santiago, aunque ésta tiene también casas en Asturias, en León, en Palencia, Salamanca, Zamora. Aparte de eso, la provincia de Santiago está presente con hermanos en otros muchos sitios, desde Tierra Santa a Venezuela, Marruecos, Madrid, qué se yo. Muchos sitios". Pero eso será en un futuro. A la espera de ese momento, Amigo sigue llenando su agenda de compromisos hasta 2010.
