Falta un mes y medio para la junta extraordinaria de accionistas ordenada por el Juzgado de lo Mercantil número 1 y el fallecimiento de Juan Manuel Gómez Porrúa provoca la lógica pregunta: ¿qué ocurrirá ahora con el grupo de administradores judiciales elegidos por Mercedes Alaya? Ellos son los encargados del 51% del capital social del Betis y por tanto lo que ocurra en la asamblea será lo que ellos quieran. De hecho, la junta estaba siendo planificada al milímetro por Gómez Porrúa, que incluso tenía perfilada la composición del consejo de administración que saldrá del 14 de diciembre. Ese día, si no ocurre nada extraño, Luis Oliver dejará de mandar en el club de Heliópolis y ningún miembro del actual consejo continuará en su cargo. Los otros dos administradores, Rafael Gordillo y Luis Ruiz de Huidobro, proseguirán ahora con la labor de su compañero y, tal como dijo ayer Emilio Soto, portavoz de Béticos por el Villamarín, "su legado no va a quedar en blanco".
Falta saber si la jueza designará un nuevo administrador que ocupe el enorme hueco dejado por Gómez Porrúa. "Será lo más lógico, aunque ahora no tengo ganas de hablar de esto", admitía ayer Gordillo. "Supongo que ahora el juzgado ponderará si merece la pena poner a otro más, algo que yo creo que sí es necesario para que la causa siga adelante", corroboraba Miguel Cuéllar, presidente de la Fundación Heliópolis. Y esa es la opinión generalizada, que Alaya elegirá un nuevo interventor que, como Gómez Porrúa, será un abogado especializado en asuntos mercantiles para ayudar a preparar una junta que precisamente será presidida por una persona designada por el Juzgado de lo Mercantil.
El sustituto tiene tiempo para ponerse al día, aunque el listón está alto. "Gómez Porrúa tenía una cualificación fuera de toda duda y era un auténtico número uno", recalcó Adolfo Cuéllar, de la Liga de Juristas Béticos. El fallecido era ya una referencia para aquellos que buscan un nuevo Betis desde hace años.
