M. Ureta / I. Carretero
La Cámara vuelve a intentar, en el último Pleno antes del verano, un acuerdo sobre financiación autonómica. Teniendo en cuenta las agendas de los partidos, todo apunta a que tendrá que esperar. Mientras al PSOE le urge el pacto, a Javier Arenas quiere cerrar antes una postura dentro del PP.
Son pocas las posibilidades de el acuerdo andaluz sobre financiación autonómica se escenifique mañana en el debate general que se celebrará en el Parlamento. Es la última oportunidad antes del verano para que los partidos cierren en la Cámara un pacto sobre la posición que defenderá Andalucía en la negociación.
Mientras que el PSOE trabaja con un plazo en la cabeza -los catalanes tienen que sellar las bases del nuevo sistema con el Gobierno antes del 9 de agosto, como marca su Estatut-, los cambios en la dirección del PP hacen que aún no esté engrasada la estructura y, sobre todo, que Arenas no haya tenido oportunidad aún de pulsar la opinión de los dirigentes territoriales de su partido.
Desde su nuevo cargo de vicesecretario general de Política Autonómica y Local del PP deberá unificar los discursos y para eso tiene previsto convocar a los presidentes autonómicos populares en julio para definir una estrategia. Cerrar un acuerdo con el PSOE-A como presidente del PP-A le comprometería como máximo responsable del partido en esta materia sin haber antes escuchado a sus compañeros de filas.
Dos días antes del último pleno en el que se debatirá la financiación autonómica, socialistas y populares dejaron ayer entrever valoraciones opuestas sobre las posibilidades de acuerdo. Para el PSOE, es "posible" y para el PP, está aún "lejos". Ambos aseguraron, no obstante, que lo intentarán "hasta el último momento".
Los socialistas creen que la sesión de mañana en la Cámara será la prueba de fuego para Arenas tras su nuevo puesto en el PP y le pidieron que facilite el acuerdo, también a nivel nacional, basado en los pilares del Estatuto pactado por PSOE y PP.
El presidente andaluz, Manuel Chaves, le demandó que deje de "poner problemas" porque, a su juicio, entre la posición de PSOE y PP "no hay diferencias insalvables". También el vicepresidente primero, Gaspar Zarrías, consideró que el pacto es "posible" y confió en que el cargo de Arenas "allane el camino" hacia un consenso en la comunidad y en el ámbito estatal. Luis Pizarro, secretario de Organización del PSOE-A, señaló que es la hora de "retratarse".
Arenas, sin embargo, puso ayer el acento en las diferencias entre ambos partidos. Dijo que el acuerdo está "lejos" y esgrimió dos obstáculos: que el PSOE no se compromete a solucionar de forma urgente la financiación local y que no garantiza que el nuevo modelo autonómico no suponga más impuestos. En una entrevista con este periódico, el líder popular sostuvo el domingo que su intención es que el partido asuma los principios del Estatuto y que éste guíe el acuerdo a nivel estatal.
