Economía

"A la formación llegan muchos advenedizos al olor de las ayudas"

El fundador y director del centro de formación Afoban sigue creciendo pese a la crisis y carga contra la Junta por el vaivén en las subvenciones y los retrasos

el 07 ene 2012 / 19:49 h.

El empresario sevillano Enrique Liger ha recibido recientemente el homenaje de los centros de formación de Sevilla.

Cuentan que el fantasma del pintor sueco que, allá por 1933, amaneció ahorcado en un edificio del arquitecto Aníbal González de la calle Alfonso XII hoy ocupado por Afoban recorre las aulas de este centro de formación. Su fundador y director, Enrique Liger Martín (Sevilla, barrio de Santa Cruz, 69 años), relata el enigma poniendo cara de misterio y -por si acaso- entre susurros. Por esta empresa han pasado unos cincuenta mil alumnos desde que, en 1972, fuera creada para preparar oposiciones a banca e impartir cursos de recuperación en las playas. En una "continua adaptación", sigue expandiéndose pese a la crisis y los "vaivenes" en las subvenciones de la Junta de Andalucía para la formación de los desempleados y sus impagos.


-¿Formarse es una huida hacia adelante con esta crisis y un desempleo disparado?

-Para nada. La formación o tiene el objetivo final de la consecución de un empleo o un reciclaje continuo de los trabajadores ocupados a las nuevas exigencias y a las oportunidades que surjan. Y este reciclaje es fundamental porque eso de tener un trabajo para toda la vida se acabó.

-Se lo comentaba pues una buena parte de quienes se quedan sin trabajo al final estudian oposiciones...

-Pero éstas cada vez serán más complicadas, habrá menos plazas y más opositores.

-¿Se desperdicia muchísimo talento en el recurso desesperado a las oposiciones?

-Sí, por supuesto. Para mí resulta decepcionante, alarmante e injusto que auténticos talentos se vayan del país no sólo porque no encuentran una salida acorde con su profesión, sino porque no encuentran ninguna salida laboral del tipo que sea. ¿Qué hacer? En mi ámbito de actuación, tan sólo se me ocurre una formación adecuada frente a la inoperancia, el esperar a que el trabajo caiga del cielo. Hay que tomar las riendas y el autoempleo aún tiene mucho que decir. Y las empresas, además, deberían ser conscientes de que su principal capital será siempre el capital humano.

-Los centros de formación se nutren de subvenciones...

-La formación subvencionada para los parados trajo la gran revolución a las academias. Pero esa subvención, antes otorgada por el INEM y ahora por el SAE, es para el desempleado, que quede claro, es para el alumno, que viene gratuitamente a los cursos. Como la economía está mal, la formación privada no tiene tanta aceptación como en otros tiempos y los alumnos, además, ya se han acostumbrado a los cursos gratuitos.

-¿Y cuántos tipos de formación imparte Afoban?

-Formación reglada, con ciclos formativos de grado superior, formación ocupacional o para el empleo y formación continua, que es para todos los trabajadores y que está en buena parte bonificada.

-¿Qué parte del negocio depende de la subvención pública y qué parte es sólo privada?

-Es difícil de precisar porque varía todos los años. Por ejemplo, 2010 fue un ejercicio excepcional en subvenciones y, en cambio, en 2011 el recorte fue espectacular.

-¿Por qué?

-Por los problemas de tesorería de la Junta de Andalucía, que se suman a los problemas en los pagos. De hecho, hay empresas de formación que tienen pendientes de liquidar la cuarta parte de las subvenciones de 2007.

-No casa con las declaraciones públicas que aseguran que el empleo y las políticas activas de empleo son prioritarias...

-Ni son lógicos los impagos ni es lógica una minoración tan importante de las subvenciones a los cursos para desempleados. Un parado que no tenga formación difícilmente accederá al mercado de trabajo. La formación debe tener, asimismo, un itinerario lógico, un orden, de nada sirve hoy un curso de informática y mañana otro de cocina, por decir algo.

-¿Y cómo se sobrevive con la demora en los pagos?

-Antes con créditos bancarios, ahora ni siquiera eso. Los bancos nos tienen las puertas cerradas y hay centros de formación que han echado el cerrojazo o están abocados a hacerlo porque ya no soportan más esos retrasos. Pero lo peor es la falta de regularidad en las subvenciones, hoy mucho, mañana poco. No hay planes bienales, ni trienales, ni quinquenales en la formación, todo es por año, y ni siquiera sabemos si las prioridades formativas de éste serán también las del siguiente. Con tal incertidumbre, ¿cómo planificar un negocio, una inversión? Yo he abierto un centro en Córdoba en 2010 con mis propios recursos jugándome mi patrimonio. Málaga también es una meta, pero ¿cómo lo hago?

-¿Se priorizan los pagos a los sindicatos y patronales?

-Sí.

-¿Competencia desleal?

-No lo es. Es una decisión política que los agentes sociales puedan dar cursos de formación. De hecho, la asociación andaluza de centros de formación que yo impulsé forma parte de la CEA y los agentes sociales, además, suelen subcontratar cursos. Pero imagínese que la CEA tuviera una agencia de viajes o una constructora. ¿Qué dirían las empresas de estos sectores? Considero que los cursos de formación deberían ser impartidos por los profesionales, por los centros, y si hay entidades adjudicatarias distintas, deberían recurrir a nosotros. ¡Si hay 268 entidades sólo en Sevilla que han recibido subvenciones para la formación en 2011! Hay muchos advenedizos que, al olor de estas subvenciones, se han ido incorporando al negocio.

-Pues si aquí todo el mundo imparte formación, la calidad andará por los suelos, además de que sugiere cierto tufillo de fraude...

-La Junta de Andalucía a nostros, los centros, nos exige calidad pero quizás no sea tan estrica con sus elecciones... En cuanto a lo del fraude, no existe, dado que la baremación es transparente y otorga los cursos formativos por concurrencia competitiva. Los gastos, además, están auditados.

-¿Cuáles son los grandes números de Afoban?

-Tenemos dos centros de formación en Sevilla y un tercero en Córdoba y en todas las capitales de provincia tenemos centros colaboradores, aunque no son franquicias. El equipo de profesores puede llegar hasta los 50, pero depende del número de cursos, aunque la media son 30, de ellos 12 fijos. El personal administrativo lo conforman 12 trabajadores. Tenemos, además, una filial, Yes Consultoría Internacional, que trae alumnos de Europa y EEUU, tanto estudiantes como trabajadores, y les imparte cursos de español y de inmersión cultural.

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