Deportes

A las trincheras con fe

El Sevilla se sobrepuso a varias situaciones contrarias durante el partido.

el 14 nov 2010 / 20:22 h.

El Sevilla afrontó el partido de ayer con un dilema, asumir el control del juego e ir a por el Zaragoza, que acumulaba no menos de seis hombres en defensa, o esperarlo y martillearlo a la contra aprovechando los espacios que pudiera dejar.

El caso es que el conjunto nervionense no hizo ni lo uno ni lo otro. Cierto que intentó primero asumir el mando del partido y tener la pelota, pero repleto de imprecisiones se vio abocado a pelear en el mismo terreno que el Zaragoza, juntando las líneas, sin espacios, peleando por cada rechace y esperando el error del rival.

El gol de Luis Fabiano, una jugada en un oasis de errores, vino a confirmar y a acomodar al equipo de Manzano en esa postura, más aún consciente de que el equipo local agolpaba a casi todos sus efectivos en el centro y que necesitaba mantenerse firme en esa parcela, con Zokora y Renato casi fijos y con mucha ayuda de Kanouté.

Todo se torció en la segunda mitad, porque los errores continuaban en las filas sevillistas y los regalos al contrario, también. Pese a todo, fue valiente Manzano, que volvió a probar con Kanouté en el centro del campo y con dos delanteros arriba. Incluso con diez no renunció el Sevilla a sus delanteros. Esa fe y esa confianza tuvieron premio al final con el gol de Negredo y el triunfo.

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