Ayer vestía de negro, está más delgada, habla con pasión de Andalucía, de sus problemas, pero sin acento andaluz, lo único que no se le ha pegado de una tierra a la que llegó en 1965 y a la que declara un amor incondicional. Periodista por los cuatro costados, le cuesta posar para la foto en el patio de la que es su casa, Radio Sevilla, la SER. «¿Hay gente?», pregunta. Le da corte. Cree que todo esto de la Medalla es un regalo maravilloso pero «excesivo». Testigo directo del 28-F, ha visto crecer la comunidad a la par que la autoestima de los andaluces. Con ideas propias, su lucha por la igualdad de las mujeres es indiscutible.
¿Por qué decidió ser andaluza? Decidí ser andaluza cuando conocía a Andalucía, pero sobre todo cuando conocí a la gente. Andalucía me encantó, es absolutamente impresionante, tan excesiva en todas las cosas que te agarra y te sorprende. Cuando llegué a Sevilla la gente no estaba orgullosa de sí misma, no estaba segura. Recuerdo cuando la gente me decía: es que tú hablas muy bien. Yo hablaré el castellano de Castilla pero yo no he oído a nadie en Castilla hablar tan preciosamente como estás hablando tú. No lo valoraban porque no se lo habían permitido valorar.
¿Faltaba autoestima? En la radio estaba prohibido hablar en andaluz, en el cine, en la televisión. Cuando llego la democracia empezó a fluir todo con naturalidad. Me di cuenta de que iban a pasar cosas y quería estar aquí. Viví toda la aventura maravillosa de la Transición de Andalucía al autogobierno.
¿Cuál es el principal cambio de los últimos 30 años? Hemos progresado en absolutamente todo. Recuerdo un reportaje en Bellavista, en la plaza, donde los maestros en paro daban clase a los niños que no tenían colegio. Olvidamos pronto. Recuerdo otro caso a las puertas del Hospital Virgen de Rocío donde acababa de morir un hombre de un infarto que no había podido entrar porque no tenía cartilla de la Seguridad Social. Ha cambiado la imagen de Andalucía. Y ha cambiado, lo que más me emociona realmente, la actitud de la gente. Ha crecido la autoestima. Ahora no hay nadie en Andalucía que piense que es menos que cualquier otro ciudadano de otra comunidad.
Y de Despeñaperros hacia arriba ¿nos entienden o seguimos presos de los tópicos, del andaluz gracioso, flojo, indolente, subsidiado? Lo de la comunidad subsidiada es injusto e insoportable y una mentira que a base de repetirla la convierten en verdad. Es falso absolutamente. Esto surge como consecuencia del PER, que supone una mínima y ridícula parte de lo que suponen las ayudas a la minería en Asturias o al automóvil en Cataluña. Es una leyenda. Está instalado desde algún lugar de España donde siguen pensando que son ellos los que nos dan de comer. Y los tópicos son tan extremadamente potentes y son ciertos además. Habrá gente joven en Andalucía que prohibiría las corridas de toros pero lo cierto es que la mayoría sí aprecia eso. Son un tópico los toros, la copla, el folklore, las sevillanas
Pero son verdad. Otra cosa es que dejemos que nos traten de determinada manera y nos subvaloren porque supuestamente nos dedicamos a cantar y a bailar. Eso es tan absolutamente estúpido y ofensivo que con eso hay que ir acabando definitivamente. No tenemos que tener vergüenza de la cultura popular de Andalucía porque tiene un valor enorme.
Con millón y medio de andaluces sin trabajo, ¿qué se hace? Andalucía no puede consentir que eso siga pasando. Si yo tuviera una solución para eso
Nadie tiene una solución. Estamos en una circunstancia de queja. Es un dolor. Pero no se ve nada en el horizonte que nos saque del carril en el que andamos y nos lleve a otro nuevo y distinto donde encontremos soluciones diferentes a problemas que realmente pueden agotar todo lo que hemos conseguido. Vamos hacia un país mucho peor del que veníamos. Mucho más pobre. Con mucho más paro. Con mucha más gente fuera del sistema, que es terrible y con una generación o dos sin horizonte. El paro juvenil es insoportable y llegará un momento en que el colchón de la familia no aguante más.
¿Los políticos están a la altura? Los políticos están exactamente en las mismas circunstancias que el resto, no ven horizonte, no tienen capacidad realmente para encontrar un camino distinto. Nos están haciendo purgar no sé qué faltas y delitos. Ese empeño enorme en que el déficit se cumpla en cinco, seis años y ¿por qué no en veinte? ¿No habría sido menos salvaje todo? Teníamos que tener pensadores que nos indicaran otro camino, políticos que se rompieran la cabeza para encontrar otro camino, si no vamos a volver a ser el país de hace 30 años.
¿Qué le diría a un joven andaluz que soporta un 67% de paro? Le diría perdón porque no debemos haber hecho bien las cosas para haber llegado a eso. Y además porque como vivíamos en esa ensoñación maravillosa os hemos dado todos los medios todas las posibilidades para que fuerais vosotros los que siguierais dirigiendo un país rico, con derechos, libertades, estupendo
Y de pronto con todo eso que teníamos, con lo que habíais nacido y a lo que os habías acostumbrado, os decimos que se ha acabado, que os despeñáis, pues perdonarnos. No sé que más decir. Y desde luego, coraje, luchar, pelear, no quedarse sentados. Lo del desprecio a la política es un desastre, una desgracia. Cuando se bajan los brazos y se pierde el coraje ciudadano, se acaba todo.
¿Qué significa la Medalla de Andalucía que hoy recoge? Me deslumbró Andalucía y me enamoró su gente, me quedé porque dije quiero ser de estos y de estas.Es como tener ya nacionalidad, pasaporte andaluz. Es maravilloso. Estoy abrumada. Conozco a tanta gente que hace cosas maravillosas cada día pero que es anónima y no tendrá un reconocimiento. Estoy muy agradecida. Es una ilusión muy grande.
¿Cuál es la principal renuncia que ha hecho por su carrera? Algunas habré hecho pero se quedan para mí.
¿Qué es lo más importante que le ha dado el periodismo? Me lo ha dado absolutamente todo en mi vida. En esta radio, Radio Sevilla, he crecido, he aprendido, he tenido el mejor maestro que nadie pudo soñar tener, aprendí esto en el taller con Iñaki Gabilondo de Da Vinci.
¿La entrevista más impactante en su carrera profesional? Me quedo para siempre todos los momentos de la campaña del 28 de febrero. Fue muy emocionante. Todo lo que contábamos tenía inmediatamente una respuesta de la gente. Estaba en Hora 25, mi claustro materno, y recuerdo que cada noche cuando informaba empezaba a sonar el teléfono y la gente no decía nada, solo Gracias, Viva Andalucía y colgaba. Era maravilloso. Con Iñaki pasaron cosas prodigiosas.
¿En qué rincón de Andalucía se siente en el paraíso? Cualquier playa de Cádiz. Sevilla es mi ciudad pero Cádiz
¿Si cierra los ojos y quieres escuchar Andalucía, qué oye? Me disloca la copla. Lo malo es que ha sido muy maltratada. Ojos Verdes, Y sin embargo te quiero
La copla como el flamenco, que es maravilloso y aprendí un poquito porque hice una tertulia flamenca que presidía nada más y nada menos que Antonio Mairena. Yo sueño con hacer un programa de copla un día, soy muy vieja y a la mejor no tengo tiempo, pero sí un programa de copla con grandes músicos.
Le pido un último titular ¿qué es Andalucía para usted? Mi casa. Todo lo que amo está aquí.
