Francisco Serrano es juez de Familia. Recientemente ha creado la Asociación Española Multidisciplinar de Investigación sobre Interferencias Parentales (Asemip) para estudiar la manipulación de los menores en los divorcios.
-¿Por qué nació Asemip y cuáles son sus objetivos?
-La asociación aglutina a profesionales de muchas disciplinas preocupados por los problemas que crean a la infancia los conflictos de parejas. No olvidemos que son los progenitores los que se separan, no los niños. Por eso, buscamos soluciones desde la objetividad de la investigación científica para dónde se produce el rechazo de un niño a su padre o a su madre, porque hay casos justificados, pero otros son objeto de una manipulación que les perjudica, pues les hacemos huérfanos.
-¿Cómo marca a un niño estas situaciones?
-Generan daños de largo alcance. Problemas psiquiátricos y somáticos, incluso el suicidio. También se dan trastornos alimenticios, como la anorexia y bulimia producidas por la tensión y de conflictos de lealtad.
-¿Habéis iniciado ya algún tipo de actividad?
-Tenemos preparado un congreso sobre interferencias parentales que se celebrará en la Universidad de Santiago de Compostela el 11, 12 y 13 de diciembre y que cuenta con el apoyo de las administraciones.
-¿Cómo se va a materializar la investigación en la práctica?
-Tenemos que ir coordinándonos para llegar a soluciones globales, pues si sólo aportamos soluciones desde un sólo punto de vista nos quedaríamos cojos.
-¿Son muchos los casos?
-Muchísimos y muy lamentables. Hay padres que usan la custodia para que los niños rechacen al otro, que puede ser un mal esposo o mala esposa, pero eso no implica sea un mal padre o una mala madre.
-¿Se podría llegar a retirar la custodia a un padre por esto?
-Sí, porque si los padres maltratan al niño nadie cuestiona que se les prive de la custodia. La manipulación también es una victimización de la infancia y hay que tomar medidas contundentes. Eso sí, detectándola cuando son pequeños, después es irreversible. A los niños hay que saber protegerlos, incluso de sí mismos porque a veces lo que quieren no coincide con su interés, más si ha sido manipulado.
-¿Con este panorama la custodia compartida es una utopía?
-La tarea más importante de una pareja es atender a los hijos y compartir esas funciones, pero también separados tienen que saber compartirlas. Hay que valorar cada caso, pero considero que no sería contrario a los principios feministas. Es lo mejor si queremos que las mujeres concilien su vida laboral y profesional.
-Los hombres se quejan de que la ley les discrimina.
-Hay que superar el tópico de que la madre está mejor preparada. Hace 25 años nadie lo discutía, pero en la sociedad del siglo XXI debe haber igualdad. Habrá gente que todavía lo piense, pero la sociedad va evolucionando y dentro de 20 años, como pasa en sociedades más avanzadas, lo aceptaremos como algo beneficioso para el niño.
-¿Estamos todavía muy lejos de otros países?
-Estamos en una etapa de evolución, pero hay que avanzar. Muchas veces se instrumentaliza la Justicia, pues si una madre denuncia, el padre ya es apartado. Vamos a confirmarla y si es falso habrá que tomar medidas contra el progenitor malicioso.
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Precisamente, hace poco dijo que el 85% de los casos de malos tratos no son reales
-Habría que hacer un trabajo de campo sobre en qué medida los conflictos familiares se pueden resolver con la mediación, porque la criminalización de la familia tiene que ser lo último. Hemos de denunciar los malos tratos cuando se den, no por una situación puntual de conflictividad. Lo digo en defensa de la mujer.
-¿Habría entonces que reorientar los esfuerzos de la Administración?
-Totalmente, porque estamos dejando de lado la prevención.
-¿Y en los desamparos?
-Se está reorientando, porque antes se abusaba de los acogimientos preadoptivos. Ahora se opta más por la familia extensa para suplir la carencia paternal.
-¿Cree que hay padres que abusando de los medios?
-Sí porque se hacen juicios paralelos donde no se cuenta toda la verdad. Ha habido errores claros de la Junta, pero esos padres no han ido a la prensa y han pasado desapercibidos. Incluso las indemnizaciones fueron irrisorias comparadas con otras.
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¿Teme que sea una 'moda' lo de las indemnizaciones?
-Desde que los padres tienen plazos para oponerse al desamparo ese riesgo se elimina. Indemnizar cuando una retirada no es correcta, sí, como con cualquier error.
-¿Ha respirado con el fin del caso Iván y Sara?.
-De ese caso ya no quiero hablar, porque se han contado muchas cosas que no se corresponden con la realidad, entre otras las diez u once sentencias que dice el abogado que ha ganado.
