"Es el número uno del mundo, pero no es para tanto", señaló en tono jocoso un espectador al abandonar la pista Manolo Santana, la central de la Caja Mágica, tras observar como una de las modelos recogepelotas sufrió un desmayo durante el primer set del partido en el que Rafa Nadal venció al austríaco Jurgen Melzer por 6-3 y 6-1.
El comentario del aficionado se refería al malestar que sufrió Paula Núñez, una modelo que en el quinto juego se desplomó por una lipotimia. Fue recogida por uno de los jueces de línea y tuvo que abandonar el estadio donde Nadal superó su primer partido en 61 minutos para colocarse en los octavos de final de este Masters 1000 en el que aspira a convertirse en el primer jugador en ganarlo dos veces.
El centroeuropeo salió convencido de que ganar al de Manacor era una tarea imposible y para superar este designio se lanzó a un ataque desesperado. Su estrategia era que el español no entrara en juego y no pudiera mandar. Le salió a veces, pero tanto riesgo le terminó matando. Además su brazo tembló al saque. Al final, Melzer acabó enredado en el juego de Nadal, al que espera el alemán Phillip Kohlschreiber, que venció al croata Marin Cilic, por 6-1, 6-7 (5) y 7-6 (2), duelo que servirá de adelanto al que España y Alemania disputarán en julio en Puerto Banús (Marbella) en cuartos de la Copa Davis.
La victoria de Nadal se vio precedida por la del serbio Novak Djokovic, tercer favorito, que se impuso al español Oscar Hernández por 6-3 y 6-3, en una hora y 38 minutos. Djokovic se enfrentará ahora con el italiano Andreas Seppi, que derrotó al estadounidense Sam Querrey, por 6-3, 4-6 y 6-4. También alcanzaron los octavos el argentino Juan Martín del Potro, que se medirá al suizo Stanislas Wawrinka, y el galo Gilles Simon. En el cuadro femenino, dos rusas favoritas fueron eliminadas, Svetlana Kuznetsova y Nadia Petrova.
Rafa Nadal consideró "correcto" su partido ante Jurgen Melzer, destacando el ambiente "espectacular", tras el cual aprovechó para alentar a la ATP a plantear un cambio en el sistema de puntuación. El balear se situó en la línea del serbio Novak Djokovic, que criticó la manera en la que se configura el ránking. El balcánico lo ha sufrido en sus propias carnes. A pesar de sus buenos resultados -tres finales y un título- ha descendido un puesto. "Llevo tiempo diciendo que para mí sería menos agobiante tener un ránking de dos años y no cada año, como ocurre ahora. Sobre todo, por si tienes una lesión en la temporada", explicó el número uno. "Otra ventaja sería poder elegir qué jugar o qué no jugar. Ahora estás obligado a jugar cada semana todos los torneos, para no perder puntos. Un ránking de dos años sería mucho más favorable y eso alargaría la carrera tenística".
