Agentes de la Policía Nacional han detenido en Sevilla a cuatro jóvenes nacidos en la capital hispalense entre los años 1980 y 1986 como presuntos autores de 19 robos con violencia e intimidación cometidos fundamentalmente sobre menores en el distrito Nervión, concretamente junto a un centro comercial, hechos por los que todos ellos han ingresado en prisión, según ha informado la Policía en una nota. Los robos tuvieron lugar en dos oleadas, una en junio de 2012, cuando se recibieron cinco denuncias, y la otra en noviembre del presente año, cuando se registraron otras 14. Los investigadores trabajaron desde el principio con la hipótesis de que los robos estaban siendo cometidos por los mismos autores, que actuaban siempre con un 'modus operandi' "muy particular". Así, en el mes de junio de 2012 los investigadores recibieron cinco denuncias de robo con violencia e intimidación cometidos por unos varones de aspecto toxicómano y unos 30 años de edad en los alrededores de un centro comercial. Las víctimas eran siempre menores de edad, personas muy jóvenes, que transitaban solas o que esperaban el autobús y a las que los detenidos intimidaban con una navaja de grandes dimensiones o bien de manera verbal diciéndoles que iban a darles una paliza, "partirles las piernas" o incluso sacar una pistola. Cada uno de los robos seguía este patrón, a lo que se suma que en todos los casos el autor principal, el líder o cabecilla del grupo, manifestaba que robaba porque estaba en libertad condicional y tenía una hija con cáncer, "dándole igual todo" y que incluso "se liaría" a tiros de aparecer la Policía. Los autores desaparecieron hasta noviembre de este mismo año, cuando se registraron otras 14 denuncias idénticas. UNO DE LOS ROBOS, EN EL INTERIOR DE UN AUTOBUS En ese momento, la investigación sufrió un vuelco con la segunda oleada y la constatación por parte de los agentes de que los criminales cada vez iban más lejos en los ilícitos cometidos, llegando a retener a una de las víctimas más de 50 minutos para obligarla a efectuar un reintegro en un cajero automático, cometer uno de los robos dentro de un autobús y obligar a otra de las víctimas, tras robarle, a llevarles en su propio vehículo hasta otro punto de la ciudad. Identificados los autores gracias a la práctica de múltiples diligencias y pesquisas desarrolladas por los agentes asignados al caso, estos pudieron constatar que la anterior oleada de robos había finalizado cuando el autor principal se había ido a vivir a un pueblo de la provincia con su familia, comenzando otra vez al volver a residir en la capital en noviembre de este año. Las detenciones se produjeron el 20 de noviembre, y una vez finalizadas las diligencias policiales los detenidos fueron puestos a disposición judicial, decretándose su inmediato ingreso en prisión. Entre todos ellos suman varias decenas de reseñas policiales anteriores por ilícitos de esta y otras naturalezas.
