Un chaval de 21 años, con antecedentes por los mismos motivos, ha ingresado en prisión por atracar a punta de navaja a jóvenes del Polígono Sur, a los que les arrancaba del cuello las cadenas de oro y les arrebataba el móvil y el dinero en efectivo que llevaran. Se le atribuyen seis delitos de robo con violencia, la mayoría contra estudiantes de un instituto del Polígono Sur, en cuyas inmediaciones solía actuar.
Las investigaciones, llevadas a cabo por el grupo de Policía Judicial de la comisaría del distrito Sur comenzaron cuando se empezaron a presentar denuncias por asaltos similares, hasta seis entre finales de marzo y principios de junio. El detenido aprovechaba la hora de salida de las clases para asaltar a los alumnos que salían del centro camino de su casa, y éstos tenían miedo de identificar al autor porque también era vecino del barrio, se conocían mutuamente de vista, y las víctimas sabían que se trataba de un joven conflictivo.
Dos de las denuncias fueron presentadas por chavales menores de edad, de 17 años, mientras que los otros cuatro atracados eran adultos cuyas edades oscilaban entre los 18 y los 21 años.
El detenido cometía los robos con violencia utilizando armas blancas, normalmente navajas, que no dudaba en colocar en el cuello a sus víctimas para que accedieran a darle sus pertenencias; en algún caso, al no reaccionar a tiempo, les arrancó de un tirón las cadenas de oro que llevaban colgadas. También les quitaba otras joyas, el teléfono móvil y el dinero que llevaran encima.
Los robos crearon una gran alarma en la comunidad educativa, aunque los agentes pudieron constatar, en el transcurso de la investigación, que una de las mayores dificultades que tenían que sortear para esclarecer los hechos era el temor de las víctimas a continuar con las diligencias policiales necesarias tras la denuncia, como la identificación del autor en fotografías o en ruedas de reconocimiento.
Miedo a represalias. Los asaltados tenían miedo de que el agresor, un vecino del Polígono Sur conocido por su violencia si se le oponía resistencia, supiera que había sido identificado por ellos y eran reticentes a participar en estas pruebas.
Por ello, teniendo en cuenta las características físicas descritas por los denunciantes, el lugar y el horario en el que solía actuar, los agentes de la Policía Nacional optaron por diseñar un dispositivo de vigilancia de la zona que se saldó con la identificación de un sospechoso, J.P.D., de 21 años. El joven fue finalmente detenido y se le imputan un total de seis robos a punta de navaja.
El detenido tenía antecedentes por delitos idénticos cometidos con anterioridad, por lo que una vez finalizadas las diligencias policiales y llevado ante el juzgado que dirigía la investigación del caso, el juez ordenó que fuese ingresado en prisión provisional.
Las pesquisas, en todo caso, continúan abiertas, de forma que los agentes continúan analizando otras denuncias que pudieran presentarse por si se hubiesen cometido en circunstancias similares y se le pudieran atribuir a este mismo detenido.
