Viene siendo habitual que alrededor del killer estadounidense se arremolinen tres o cuatro jugadores con un rendimiento notable para el Cajasol, convertido, por tanto, en un equipo altamente competitivo. Aunque a priori era un partido entre dos rivales directos por la permanencia, lo cierto es que el conjunto sevillano se sustrajo a la realidad objetiva para vivir un partido guiado por las sensaciones acumuladas durante mes y medio en que sólo disfruta de la victoria. Esa racha convocó a un equipo, el CAI Zaragoza, angustiado y ansioso, con la cara de miedo vuelta hacia lo que se le viene encima por atrás (Murcia) frente a otro que, después de deshacerse de la presión da la verdadera medida de su arsenal.
Fue un día para comprobar la influencia de Tucker en el Cajasol. Aunque sólo anotó tres canastas en juego con un inusual bajo porcentaje en triples (1/5), fue la obsesión de la defensa zaragozana, que, como el dicho de la manta, cuando trató de arroparse por ese lado, dejó al descubierto el flanco de Ellis, para el que la llegada de su compatriota ha sido una bendición. Fue ese anotador estable que necesita un equipo durante todo un partido, el que produjo de salida las primeras diferencias para apaciguar la adrenalina local (6-12), y el que redujo la euforia rival cuando Woods se adueñaba de la zona coincidiendo con desafortunadas defensas (30-23).
El cambio de dinámica coincidió con la salida de Caner-Medley por faltas, y cuando volvió a hacer pareja con Xavi Rey, el Cajasol recuperó la plataforma del éxito. Dos reboteadores enormes que multiplicaron las segundas opciones bajo canasta local (11 tiros más tuvieron los sevillanos), un flujo vital en momentos calientes del partido, en el que Tucker tardó 18 minutos en incorporarse a la lista de anotadores. Cuando lo hizo fue para devolver la ventaja al Cajasol (46-47), que ya no volvió a perderla.
Con el único recurso de los triples de Quinteros, entre Milisavljevic, espectacular en el último tramo, Rey y Ellis desarbolaron a un CAI que lucha por la permanencia porque ese es su nivel. El Cajasol pelea por lo mismo pero juega como si el objetivo fuese el que debió ser. Aún así, no se olvidó de un basket average de oro por lo que pueda pasar.