Ni Irak tras un bombardeo ni las ruinas mayas. Son las trincheras de la burocracia que se amontonan desde el puente del Alamillo a San Jerónimo. La obra de regeneración de la ribera lleva parada mes y medio. Desde entonces los vecinos se adentran por este territorio comanche entre amasijos de hierros y hormigón.
El ruido de camiones y las máquinas excavadoras no se escucha desde hace un mes y medio. En febrero comenzaron los primeros movimientos y se valló todo el recinto. Arrancaba así el proyecto de acondicionamiento ambiental y reforestación de las riberas del Guadalquivir en el tramo comprendido entre el puente el Alamillo y la dársena, en el barrio San Jerónimo. Sólo un mes después pararon los trabajos, según explican los vecinos, por "desavenencias entre la empresa contratante -UTE San Jerónimo (Copcisa y J. Campoamor- y la Administración". Desde entonces no se ha vuelto a saber nada más.
El cese de la actividad ha derivado en un paisaje desolador más propio de una guerra, donde se amontonan las placas de hormigón y los armazones de hierro de los distintos niveles construidos en el paseo fluvial junto a la avenida José Galán Merino con motivo de la celebración de la Expo del 92, y que habían sido retirados parcialmente por los operarios para construir una acera bien nivelada y de fácil acceso.
A diario los vecinos y demás transeúntes aprovechan el abandono de la obra para atajar entre los montones de escombros y tierra levantada pese a que el recinto está vallado. Así lo denuncia el presidente de la asociación vecinal Empalme San Jerónimo, Ángel Vallano: "Como no aparece nadie y las vallas son móviles, la gente aprovecha para tirar por ahí". Pero los peatones no son los únicos. Ciclistas y motoristas también optan por apartar la valla y discurrir por la zona.
Incumplen así con los carteles que cuelgan de las vallas prohibiendo el paso al perso¡nal ajeno a la obra. Pero como ni éste acude... Los trabajos de adecuación y regeneración de esta zona de la ribera comenzaron en febrero y cuentan con un plazo de ejecución de doce meses, por lo que, si no hubieran sido interrumpidos, habrían podido estar concluidos a principios de 2009. Ahora vecinos, paseantes y deportistas tendrán que esperar un nuevo plazo.
Financiación. El proyecto de 7,7 millones ha sido cofinanciado en un 75% con los Fondos Europeos de Desarrollo Regional, mientras que el Ministerio de Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y Urbanismo ejecutan la obra dentro del programa denominado Agua.
Pero no será éste el único proyecto perfilado para la zona que sufra retraso. A la pasarela peatonal que busca unir San Jerónimo y el parque del Alamillo aún le queda, pese a que se anunció que estaría para este verano. Donde no decae el ritmo es entre la Ronda Supernorte y la sede de RTVA. Allí sí se percibe algo de movimiento para la ampliación del parque del Alamillo.