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A400M, proyecto estratégico

El proyecto aeronáutico estrella de Sevilla, que para sí quisieran muchas otras ciudades españoles y del resto de la UE, el avión militar A400M fue presentado ayer a los analistas internacionales. Este primer bautismo mundial del aparato se llevó a cabo en las instalaciones especiales construidas en Sevilla...

el 14 sep 2009 / 22:52 h.

El proyecto aeronáutico estrella de Sevilla, que para sí quisieran muchas otras ciudades españoles y del resto de la UE, el avión militar A400M fue presentado ayer a los analistas internacionales. Este primer bautismo mundial del aparato se llevó a cabo en las instalaciones especiales construidas en Sevilla para ensamblar el avión y bajo un lógico manto de discreción para evitar cualquier rentabilidad electoral por parte de las autoridades. Pese a lo que algunos agoreros pregonen el A400M es ya una realidad con muchas más luces que sombras. Es cierto que acumula retrasos de seis meses sobre el calendario previsto y que el conglomerado EADS ha tenido que aportar 1.400 millones de euros para provisionar posibles pérdidas por los retrasos. Pero no es tan grave. Los proyectos aeronáuticos como éste casi siempre sufren demoras dada su enorme envergadura. Otro proyecto de EADS, el avión A-380 también sufrió retrasos y el competidor directo del grupo europeo, la americana Boeing, ya ha aplazado en dos ocasiones su nuevo modelo estrella. La única realidad que debería tenerse en cuenta en Sevilla es que el avión supondrá una enorme inversión para la ciudad, que ésta se gastará en una industria moderna como la aeronáutica, que el empleo en este sector es siempre de muy alta calidad y que la capacitación profesional de las plantillas está muy por encima de la media. El A400M es uno de los grandes proyectos estratégicos del futuro de Sevilla y un apuesta de indiscutible valor tecnológico y laboral que no puede desaprovecharse. Esto lo sabe la administración, los sindicatos y los trabajadores. Y también debe tenerlo igual de claro el sector empresarial responsable de articular un tejido auxiliar capacitado que de respuesta a un proyecto tan relevante. Cualquier tiempo perdido atenta directamente contra el presente y el futuro de esta apuesta histórica. No sería de recibo que tras conseguir un 'patrimonio' de semejante dimensión la industria sevillana no estuviera a la altura que merece el A400M. No se trata de una opción sino de una obligación colectiva y responsable que permita optimizar un motor económico que despeja en buena medida el devenir empresarial y laboral de la ciudad.

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