Economía

Abalorios para adornar una enfermedad

Carolina Maduro diseña complementos para facilitar la recuperación de su hija.

el 16 jul 2011 / 21:03 h.

La hija de Carolina fue operada en el vientre materno de espina bífida en el Virgen del Rocío la pasada Navidad.

Dentro de dos cajas Carolina Maduro guarda lo que hasta el momento le sirve para salir adelante en el país que le ha dado vida a su segunda hija. Pendientes, pulseras, diademas y broches son algunas de las creaciones de Nerea Fashion, marca que Maduro registró en su país. Tras detectarle durante el embarazo que la hija que esperaba padecía espina bífida, esta venezolana de la noche a la mañana tuvo que hacer las maletas y dejar su vida para ofrecerle un futuro a la niña.

Después de pasar más de seis meses en España dedicada en exclusividad a la pequeña María José, quien fue operada en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Carolina ha empezado a buscar un futuro en torno a lo que mejor sabe hacer, diseñar y fabricar complementos.

Aunque las ventas se hacen todas a través de su blog nereafashion.blogspot.com -puesto que, según Maduro, es la forma más barata "de darse a conocer" y mostrar lo que hace-, Carolina no descarta la posibilidad de materializar el día de mañana su tienda online.

La falta de ayudas recibidas ha hecho que la diseñadora aproveche su creatividad y la vigencia que los complementos tienen hoy en día para facilitarle la vida en España a sus hijas. Hoy por hoy, Carolina solo cuenta con el dinero que envía José, su marido, desde Venezuela y lo que ella gana de sus ventas, "aunque todavía son pocas", asegura Maduro.

Los complementos destacan por la calidad de sus materiales. Alambre de plata, oro o cobre, perlas, cristales, masa flexible -fabricada por ella ya que aquí en España no se vende como tal- e, incluso, el croché son algunos de los materiales que Carolina utiliza para crear sus pendientes con forma de cereza, de flores o de mariposa, entre otros. Este afán por el entorno natural es, según la joven, en lo que más se basa para realizar sus creaciones.

Además del diseño y la calidad, los abalorios de Nerea Fashion no pesan y son hipoalergénicos, una característica que empezó a tener en cuenta cuando realizó los primeros pendientes para su hija mayor. Sin embargo, la calidad se complementa con el afán de Carolina por mezclar materiales y mostrar "que todo es posible en el diseño de abalorios".

Aunque a priori los materiales utilizados y el tiempo empleado en realizar las creaciones deberían encarecer el precio de los complementos de Nerea Fashion, la realidad es que en contados casos superan los 10 euros. La diseñadora explica que esto se debe a que sus diseños están pensados para que todo el mundo "pueda adquirirlos".

RECUPERACIÓN. Al estar pendiente de la salud de su hija, Carolina ha pasado una temporada sin fabricar complementos. Sin embargo, ahora se da a conocer entre sus vecinos de Gines y el personal del hospital que le ha atendido estos meses. Tras esta temporada, la joven asegura que se ha dado cuenta de que en España "no hay gran competencia" de abalorios con los materiales que ella utiliza, algo que sí ocurre en su país.

Maduro cuenta que hace tres meses volvió a retomar el diseño y la producción de los complementos -un trabajo que empezó a realizar cuando estudiaba diseño en Venezuela-. Desde entonces, el dinero que ha ganado está destinado para el futuro de sus dos hijas, sobre todo, "para el tratamiento de fisioterapia y las medicinas que necesita María José para su total recuperación".Pese a que los beneficios de las ventas de sus abalorios facilitan la subsistencia de su familia, la diseñadora asegura que no quiere aprovechar la situación de su hija "para ganar dinero".

Carolina insiste en que ha venido a España para darle "la vida que se merece" a la pequeña María José con su trabajo y el sudor de su frente, pero no para "hacer negocio" con la situación que le ha tocado vivir. Maduro también realiza colecciones para vender al por mayor. De hecho, en mayo la tienda barcelonesa Morena Clara se interesó por sus pendientes de croché. Cerca de 240 piezas viajaron hasta Cataluña para formar parte de la colección de primavera-verano que la tienda promocionaba en ese momento.

Ahora, Carolina y su marido solo piensan en el bienestar de sus hijas, una vida que por el momento está adornada con un sinfín de complementos que muestran, según la diseñadora, su "forma de ser".

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