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'Abandonó el negocio de las minipimers y las vaporetas para hacer negocio con el Betis'

el 16 sep 2009 / 06:16 h.

- ¿Y para qué cree usted que quería Lopera quedarse con el Betis?

- Pues probalmente porque vería que podía ser un buen negocio. Existen indicios de que ya tenía interés desde antes en meterse en el mundo del fútbol, pues incluso registró, antes del proceso de transformación de los clubes en Sociedades Anónimas, las marcas Real Betis Balompié SA y Sevilla FC SA, pero la normativa de añadir la coletilla Deportiva a la de Sociedad Anónima le reventó el asunto en principio, hasta que eligió otra vía para acceder al fútbol. De hecho abandonó el negocio de las lavadoras, minipimers y vaporetas que vendía, y creo que abandonó también su otro negocio de prestamista y toda su actividad la centró en sacar renta a sus propiedades y por supuesto en el negocio del Betis, que ha sido para él muy importante, pues ya se conocen los contratos de arrendamiento de servicios que han tenido Tegasa y Encadesa, en los cuales sus empresas ganaban unos porcentajes considerables.

- ¿De qué cantidades hablamos?

- Pues desde 1992 a hoy es mucho dinero, si bien es verdad que en los últimos años la capacidad de negocio con el fútbol ha disminuido, pero en los primeros años, gracias al boom de las televisiones y la multiplicación de los ingresos de la publicidad, el desfase entre ingresos y gastos fue muy grande a favor de los primeros. Y es una pena que esos años de bonanza que pudieron dejar unos depósitos y unas cuentas muy favorables a nuestro club pasaran a engordar los beneficios de las empresas interpuestas (Tegasa, Encadesa...), que al fin y al cabo son del señor Lopera, como han demostrado repetidamente las sentencias que se han producido por diversas razones, en las que eso ha quedado claro a pesar del tupido velo que las rodeaba. Nuestro grupo (Béticos por Villamarín) calculamos que aproximadamente sus empresas han estado ganando entre 6 u 8 millones de euros anuales, por los porcentajes que tienen los contratos. De cualquier gestión que se hace el 8,5% es para sus empresas y sólo el contrato de las televisiones son miles de millones. Además, todo lo que se cobra permanece en las cuentas bancarias de sus empresas con los intereses financieros para ellas, y sólo se libera dinero para el Betis cuando el club lo necesita. Él quiere aparentar que sus empresas auxilian al Betis cuando realmente eso no es así: el dinero es del Betis y está rentando en las empresas suyas. Se ha enriquecido a costa del Betis.

- De ahí la denuncia por delito societario que ha interpuesto su grupo ¿no?

- Exactamente, y a la que se han sumado Por Nuestro Betis, la Liga de Juristas y el grueso de los grupos opositores, que por fortuna cada vez somos más.

- De todos modos, usted estuvo muchos años callado, sin decir nada de esto, entre otras cosas porque seguía teniendo mucho dinero avalado....

- Así es, el aval de los 308 millones de pesetas para entrar en el Plan de Saneamiento, que las Cajas sólo nos dieron si lo firmaba yo, no me lo retiró hasta dos años y medio después de junio del 92, y eso a pesar de haberse comprometido en junta directiva, la última celebrada previa a su disolución el día siguiente a la conversión en SAD, a la inmediata retirada, tal y como era habitual en la renovación del mando de los clubes de fútbol de la época.

- En 2004 decide empezar a denunciar las irregularidades societarias de Lopera

- Mire, ya en las reuniones del Colón en el 92, muchas de las personas que acudieron eran opositoras a mí y mi directiva. Pero allí hubo un entusiasmo general, de colaborar unos con otros, que a mí me pareció fantástico, porque todos estaban dispuestos a participar, equitativamente, en solucionar el problema del Betis. Sólo cuando se advirtió que se pretendía hacer una operación no equitativa es cuando entró el desánimo y la desconfianza. De allí nadie salió corriendo por no ayudar al Betis, lo que sí hubo algunos que tuvieron una sensación de que era imposible seguir con la persona que se había introducido allí dentro acompañado de Manuel Morales y Pepe León. Y salieron corriendo de Lopera, no de ayudar al Betis. La operación del Colón se empezó a gestar a sus espaldas porque éramos muchos los que desconfiábamos de él y yo, al principio, no le había informado. De hecho cuando él aparece aquello fue invivible... su forma de ser, sus gritos. Cambió el tono de las reuniones, allí ibamos a ayudar. Si se compraban las acciones había el compromiso de ponerlas a la venta entre todos los béticos, pero con su entrada todo cambió, él sabía perfectamente que cambiando el tono iba a crear la ruptura y lo hizo intencionadamente. Pero a pesar de romperse esa operación, muchos de los allí presentes quedamos vinculados como amigos y nos reuníamos periódicamente observando como espectadores lo que estaba sucediendo. Y surgió en nosotros la necesidad de hacer una oposición franca, de ahí que en 2006 acudo a Antares ante unos 300 béticos para darles mi versión de lo que pasó aquellos días, y luego dí una rueda de prensa en el Hotel Colón.

- En esa rueda de prensa usted llegó a comparar a Lopera con Hitler...

- Comparé la situación del loperismo posterior al 92 con lo ocurrido tras el congreso nacional socialista de Hitler del año 1933 en Nuremberg cuando enardecieron las juventudes hitlerianas. Eso, nos guste o no nos guste, ocurrió un poco en el Betis, pues el beticismo se volvió loco con la figura exultante de Lopera, y él por supuesto se comportó como un dictador, en el sentido que no mató nadie pero mantuvo una dictadura férrea, controlandolo todo y eliminando del entorno del Betis a todas las personas que contravenían a sus intereses.

- ¿Cómo marcha la denuncia judicial?

- Antes de final de año espero que haya una resolución judicial y que las cosas cambien, teniendo que tomarse otras actitudes.

- ¿Usted tiene apetencias de volver?

- A mandar, nada, al palco sí me gustaría volver a presenciar algún partido, como ex presidente y con toda la dignidad que me merezco, por haber pasado aquella fase y haber trabajado con honestidad por el Betis.

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