Lo reconocemos, el titular no es justo. Ninguno de los monumentos y lugares que se ilustran en esta doble página abren un único día al año. Pero, entre la inaccesibilidad de algunos de ellos y la pereza que genera el turismo local, que las Jornadas Europeas de Patrimonio haya escogido estos espacios para ponerlos en valor dice mucho del carácter de acontecimiento que se quiere imprimir a las propuestas preparadas para el sábado 29.
Las Jornadas Europeas de Patrimonio son una iniciativa del Consejo de Europa que pretende potenciar los lazos de nuestra herencia cultural conjunta desarrollando la idea de "Europa, un Patrimonio común". Están coordinadas por el Instituto del Patrimonio Cultural de España en colaboración con las Comunidades Autónomas. Como en años anteriores, la Consejería de Cultura de la Junta promueve la celebración de estas Jornadas, que se vienen conmemorando desde 1991 y en Andalucía desde 1992.
El objetivo parece claro: permitir el acceso gratuito a monumentos y sitios que habitualmente no están abiertos al público, así como dar a conocer elementos patrimoniales a la ciudadanía en general, y fomentar la tolerancia hacia otras culturas, históricas o actuales, incidiendo en la necesidad de su conservación y defensa. Además, son numerosas las organizaciones, asociaciones y colectivos de voluntarios que se movilizan en cada edición con el fin de aportar una visión temática y didáctica de los monumentos y edificios más relevantes mediante una serie de visitas guiadas, siempre con el objetivo de resaltar la idea de Europa como Patrimonio común.
En las jornadas de Sevilla se organizan visitas guiadas y gratuitas a enclaves arqueológicos, organizadas por los gabinetes pedagógicos de Bellas Artes, técnicos de las delegaciones provinciales de Cultura, ayuntamientos y voluntarios. Así, el 29 de octubre se organiza un visita guiada al Yacimiento de Gandul (Alcalá de Guadaíra), en horario de 11.00 a 13.00 horas, y la Castillo de la localidad de las 17.00 a las 19.00 horas. El punto de encuentro de esta última actividad será en la puerta principal del Castillo.
Por su parte, habrá visitas guiadas a Munigua (Villanueva del Río y Minas), con previa reserva para el transporte y la visita guiada a partir del 24 de octubre en el teléfono 955 03 62 44, de 09.00 a 14.00 horas; al Alcázar de la puerta de Sevilla (Carmona), en horario general de visitas de 10.00 a 18.00 horas y en visitas guiadas de 10.00 a 14.00 horas; a la Necrópolis de Carmona en horario general de visitas 09.00 a 15.30 horas, y en visitas guiadas a las 10.00, 11.00, 12.00 y 13.00 horas; y a Itálica (Santiponce) en horario de visitas de 09.00 a 18.00 horas y en visitas guiadas de 10.00, 11.00, 12.00 y 13.00 horas.
Si se organiza con tiempo, se pone el traje de explorador (entrando en el armario, al fondo a mano derecha) y se provee de una buena cantimplora, entonces es más que posible que pueda usted hacer pleno. Y del mismo modo que el Domingo de Ramos se empeña (y lo consigue) en verlas todas, el próximo sábado, con el croquis adecuado, podrá experimentar en sus carnes lo que es ser turista en su propia tierra.
Si prefiere tomárselo con calma, entonces deberá seleccionar. Y aquí entonces pesará más lo menos transitado. Itálica y el Castillo de Alcalá pueden resultarle algo más conocidos que los yacimientos de Gandul y Munigua -en Alcalá de Guadaíra y Villaverde del Río y Minas respectivamente-.
El de Gandul es un yacimiento muy extenso y de larga tradición histórica desde el Paleolítico hasta nuestros días. El despoblado de Gandul conserva una ermita mudéjar, una docena de casas, una torre medieval y un palacio renacentista usado por la marquesa los fines de semana.
En Munigua en cambio destacan el Santuario que corona esta colina sagrada, el Foro y la Basílica, casas, termas y la necrópolis. Se trata de un conjunto arqueológico enclavado en la Sierra Morena descubierto en 1765 cuando dos investigadores de la Academia de Buenas Letras de Sevilla visitaron las ruinas, entre ellos se encontraba Tomás Andrés de Gusseme. Estos eruditos las identificaron correctamente como un Santuario, aunque la tradición popular le sigue llamando "Castillo de Mulva". Con posterioridad cayeron en el olvido hasta que en 1957 volvieron a ser estudiadas por el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid
