I. Comesaña / R. Velis
La rápida reacción de los presos y del personal de la prisión de Morón, donde lleva recluido desde hace más de un mes acusado de matar a Marta del Castillo, evitó ayer que Miguel Carcaño se quitara la vida. Trató de ahorcarse con un cordón de su chándal, pero fue descubierto a tiempo y no sufrió daños graves.
El principal acusado de la muerte de Marta no puede estar solo en ningún momento porque, dada la gravedad de las acusaciones contra él, corre el riesgo tanto de que intenten agredirle como de lesionarse él mismo. De hecho, llegó a pedir al juez más protección dentro de la cárcel. Por todo ello, el centro penitenciario le aplicó desde su ingreso el protocolo de prevención de suicidios y siempre hay al menos otro preso con él, un recluso de confianza al que llaman interno-sombra. Cuando en torno a las ocho de la tarde de ayer Miguel dijo que iba al servicio y tardó más de la cuenta, otro preso acudió a buscarlo. Lo encontró colgado de un cordón que había extraído de su ropa, pero el personal pudo rescatarlo sin que sufriera lesiones de gravedad. Ni siquiera hizo falta trasladarlo a un centro hospitalario.
El intento de autolesión, que no parece que vaya a dejarle secuelas, se produce pasados dos meses del crimen de Marta. Miguel confesó al principio haberla matado de un golpe y haber tirado su cuerpo al río, donde se la buscó sin éxito durante un mes. Hace 10 días cambió su versión y dijo que entre él y su amigo El Cuco la violaron, luego éste la mató asfixiándola y entre ambos la tiraron a un contenedor de basura.
Desde entonces se busca el cuerpo en el vertedero de Montemarta-Cónica, donde ayer concluyó el séptimo día de rastreos sin que se haya encontrado ninguna pista de la joven, por lo que los trabajos continuarán hoy.
Sin embargo, la falta de resultados no hace más que reforzar la opinión de los investigadores de que esta segunda versión contiene muchas mentiras, por sus lagunas e incongruencias que parecen encaminadas a buscar atenuantes para el delito.
Por otro lado, la nueva abogada de Miguel, Paloma Pérez Sendino, explicó ayer que ve a su cliente "queriendo colaborar" con ella, y solicitó prudencia ante la difusión de versiones del crimen que no son "ajustadas".
Afirmó que se están divulgando "pensamientos, ideas y declaraciones" sobre la muerte de Marta que "en ningún momento son ajustadas", y pidió que se deje "trabajar a la Justicia, ver cómo se afrontan las diferentes pruebas y decidir si una persona es culpable o no". Pérez Sendino dijo que afronta el caso "como uno más, una defensa que hay que realizar dentro del derecho que tiene todo imputado". Sobre las tres versiones radicalmente distintas que ha dado hasta ahora Miguel, la abogada declaró que "es libre de efectuar cuantas declaraciones estime pertinentes en su defensa".
En cuanto a su trabajo como abogada de Miguel, dijo que "con independencia de lo que cada uno pueda pensar en su fuero interno, hay que estar pendiente de esta persona". "No se trata de tener más o menos ganas, es una defensa que se tiene que hacer, me ha tocado a mí e intento hacerlo lo mejor posible dentro del derecho de defensa que tiene toda persona imputada", señaló. Pérez Sendino lleva ejerciendo casi 30 años y ha llevado casos mediáticos como el del clan del Tío Casiano.
