Albricias. En plena crisis, todavía hay gente que se lía la manta a la cabeza y arriesga su patrimonio por un sueño. Es lo que han hecho los rectores de la compañía Teatro Clásico de Sevilla, que ayer tarde inauguraban su coqueta sala de teatro a las espaldas de San Roque, cerca de la Plaza de Carmen Benítez, en la calle Juan de Vera, 14.
"Nos hemos metido las manos muy adentro de los bolsillos para poder sacar esto adelante", cuenta José Luis Sánchez, director de una compañía hasta ahora itinerante y desde ayer con sede propia en la que representar su repertorio clásico.
La reforma de la nave industrial les ha costado 202.000 euros, de los que el ICAS les ha prometido 56.000.
El resultado es una sala con un centenar de butacas que abrirá todos los días a excepción del lunes.
Para el estreno, además, se ha apostado por una obra que, según Sánchez, "no se ha visto en Sevilla": se trata de El pequeño Eyolf, del dramaturgo y poeta noruego Henrik Ibsen (1828-1906), "un drama familiar y las consecuencias psicológicas que se derivan de un accidente", resume el director de la compañía, que no es más explícito para no destripar la obra.
Las sesiones en días laborables (de martes a jueves) son a 8 euros (6 para colectivos con descuento), y los fines de semana salen a 12 (9 para colectivos y grupos).
