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Absolución para los acusados de echar de la procesión a una menor tras su petición de disculpas

La Hermandad de la Virgen de las Angustias de Granada expulsó de su procesión a una joven de 15 años  por llevar la falda demasiado corta.

el 12 sep 2012 / 12:59 h.

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El Juzgado de Instrucción número 2 de Granada ha dictado este miércoles sentencia absolutoria 'in voce' para los seis miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Virgen de las Angustias de Granada acusados de expulsar de su procesión a una joven de 15 años por llevar la falda demasiado corta después de pedir en la Sala disculpas por lo ocurrido.

Ha sido tras más de una hora de negociación entre las defensas de los procesados y la acusación particular, que ha ejercido la familia de la menor y que ha decidido aceptar las disculpas y retirar su acción penal contra los encausados, de los que uno ya ha fallecido.

Uno de los abogados de la defensa, que ha ejercido de portavoz del resto de los procesados, ha leído ante la jueza una declaración de los miembros de la Hermandad que "se hacen responsables de las manifestaciones vertidas en el comunicado de prensa publicado el 3 de diciembre de 2011 y en la entrevista en el Granada Hoy el 5 de octubre de 2011" y que "jamás" tuvieron intención de "vejar" a la familia de la menor, ante la que han pedido sus "más sinceras disculpas" si se ha sentido "ofendida".

Tras ello, y guiado por la "buena voluntad" de la familia de la joven, su abogado, José María Suárez, ha dado por aceptadas las disculpas retirando su acción penal, por lo que la jueza, Mª Angeles Jiménez, ha procedido a dictar sentencia absolutoria contra los inculpados, a los que se les atribuía inicialmente una posible falta.

Al finalizar la vista, el letrado ha considerado ante los periodistas que el conjunto de hechos "inaceptables" que se produjeron el 25 de septiembre del pasado año y ahora la petición de disculpas de la Hermandad seguramente redundará en que este tipo de acciones no vuelvan a repetirse. "Esto ha sido el triunfo del respeto y la tolerancia", ha sostenido Suárez.

Por su parte, el padre de la joven, Jesús Cerrillo, ha dicho sentirse "muy satisfecho" por el resultado porque "el honor" de su familia ha quedado "limpio" y porque no se hable más de la Hermandad "por este asunto". Además, ha afirmado que sus hijos y su madre mantienen su vinculación con Las Angustias y que si él vuelve a ser readmitido --puesto que fue expulsado tras sus reiteradas peticiones de explicaciones por lo sucedido con su hija-- la menor y su hermano volverán a procesionar.

"Yo quiero pasar página", ha mantenido Cerrillo, que cree que la Hermandad va a dejar de "padecer" por este tema y podrá celebrar con tranquilidad el comienzo de las actividades por el centenario de la coronación de la Virgen de las Angustias y que su familia también va a acabar de "sufrir".

El juicio que finalmente ha concluido con absolución se ha limitado a apenas unos minutos, después de que fuera suspendido hasta en dos ocasiones anteriores. En mayo se aplazó a petición del abogado del denunciante, que solicitó la declaración de un testigo, un periodista del 'Granada Hoy', y la aportación de un vídeo de una televisión local, y, por segunda vez, el pasado mes de julio, por la falta de una testigo que la defensa consideró "fundamental".

Fue el padre de la menor quien presentó la denuncia y quien decidió acudir a la vía penal después de haber agotado "todos los trámites posibles" y como su "última alternativa".

Los hechos se remontan al domingo 25 de septiembre del pasado año, cuando la procesión de la Virgen de las Angustias comenzó a salir de la basílica. La niña, según el relato del padre, se dirigió junto a las hermanas cofrades para acompañar a la Virgen, aunque en ese momento una de ellas le dijo, "a instancia de otras dos de la junta directiva", que abandonara la procesión porque la falda que llevaba era demasiado corta.

Los padres consideraban que la menor fue expulsada de manera injusta, ya que "el vestido le llegaba por debajo de la rodilla" y además nadie le pidió que se identificara o enseñara su carné de sitio, de modo que "la echaron sin saber su edad, ni si llevaba dinero o teléfono" para contactar con su familia.

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