La Audiencia de Sevilla ha absuelto a un hombre, para quien el fiscal pidió ocho años de cárcel por violar a la novia de su hermano, porque fue la propia mujer quien le buscó en la noche y acudió a su cama, donde mantuvieron relaciones sexuales "mutuamente consentidas".
La Sección Primera, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, dice que en la noche del 3 de agosto de 2008, la mujer A.M.T.G. acordó pasar la noche en casa de su novio F.T.C. en Sevilla, por lo que ambos se acostaron en el dormitorio del hombre.
Alrededor de las 3.30 horas de la madrugada, la mujer se levantó de la cama y se dirigió al salón de la vivienda, donde el procesado L.T.C. dormía todas las noches, y mantuvieron relaciones sexuales "completas y mutuamente consentidas", al cabo de las cuales él volvió a dormirse.
Poco después, la madre de ambos hermanos se despertó, observó el resplandor de una pantalla de televisión en el salón, entró en dicha dependencia y al percatarse de que la mujer estaba sentada "tranquila" en una silla, le pidió que volviera al dormitorio.
Minutos más tarde, toda la familia se despertó con los gritos de F.T.C., quien a grandes voces acusaba a su hermano de haber abusado de la mujer y decía "que lo mato, que lo mato".
Cuando "a duras penas consiguieron calmarlo", la pareja salió a la calle hacia las 6.15 horas y denunció a la Policía Local que ella había sufrido una agresión sexual, versión que luego fue ratificada ante el juzgado de instrucción, pero no en el juicio ya que la denunciante falleció el 30 de agosto de 2009.
Su declaración fue leída en el juicio y la Fiscalía de Sevilla pidió para el procesado ocho años de cárcel, pero ahora la Audiencia le absuelve libremente porque la acusación de la mujer resulta "endeble" y "llega al extremo de lo físicamente imposible".
Así, se trataba de una noche de verano en una vivienda de "reducidas dimensiones, de apenas 60 metros cuadrados" y toda la familia dormía con las puertas abiertas, por lo que "resulta muy problemático pensar que pudo producirse una agresión sexual violenta en sepulcral, absoluto y total silencio".
"En un trance así, por leve que sea el forcejeo, algún ruido se ha de hacer" y además la mujer declaró haber dado un grito, por lo que "no parece razonable que nadie lo oyera".
La denunciante aseguró que primero opuso la resistencia que pudo porque estaba débil y bajo los efectos de pastillas que le habían dado en el hospital.
Los jueces creen que su versión "carece de solidez" pues "no parece muy posible que simultáneamente el agresor la inmovilice apresándole los brazos, agarrándola por las muñecas y tapándole la boca".
"Y la cuestión llega al extremo de lo físicamente imposible si recordamos que, ante la Policía, dijo que simultáneamente se bajó los calzoncillos", afirma el veredicto.
A ello añade que, del relato realizado por la madre de los hermanos en el juicio, la actitud "relajada y tranquila" de la supuesta víctima "es de todo punto incompatible con la que razonablemente cabía esperar de una mujer que acaba de ser víctima de una violación", concluyen los jueces.
