La Audiencia de Sevilla ha absuelto a un joven de 20 años, para quien el fiscal pidió 7 años de cárcel por violación, porque las relaciones sexuales con una chica a la que conoció en una discoteca fueron consentidas y ningún amigo de ambos presenció la supuesta resistencia de la víctima.
La joven E.M.E.B. denunció haber sido violada por un joven de 20 años, después de que sus respectivas pandillas se conocieran a las 4 de la madrugada del 12 de junio de 2005 a la salida de una discoteca de la isla de la Cartuja de Sevilla.
La Fiscalía de Sevilla pidió para el acusado siete años de cárcel y el pago de 5.000 euros de indemnización, pena que la acusación particular que ejerció la chica elevó a 60.000 euros.
La sentencia considera demostrado que el procesado M.A.M.T. llevó en su coche a todas las amigas de la denunciante a su casa y luego ambos mantuvieron relaciones sexuales consentidas en el interior del vehículo en un descampado.
El fallo se basa en las escasa verosimilitud de la joven y en sus contradicciones sobre aspectos fundamentales del suceso, pues declaró que el acusado eyaculó sobre su pierna y que ella se limpió con la falda, pero los análisis biológicos no detectaron ningún resto biológico en tal prenda.
La joven también incurrió en "divergencias" sobre la negativa del Centro de Salud a proporcionarle la llamada "píldora del día después", sobre la persona que le acompañó y sobre la llamada al móvil que le hizo el acusado al día siguiente, que ella negó pese a haber quedado registrada en el listado entregado al juzgado por la compañía telefónica.
Junto a ello, varios acompañantes de ambos testificaron que vieron a la pareja besándose en el coche, pese a que la joven declaró haberse resistido.
Explica la sentencia que en un momento del periplo para dejar a sus amigas, un chico que ocupaba el asiento del copiloto se bajó a orinar y la denunciante aprovechó la circunstancia para pasar al asiento delantero.
La joven manifestó en su declaración que lo hizo para salir del coche porque el acusado había bloqueado los seguros de apertura de las puertas, pero la sentencia recoge que un técnico de automóviles certificó que en el modelo en cuestión "cualquier persona, desde el interior, puede accionar de forma independiente cualquier puerta y salir al exterior, sin ningún proceso especial".
Finalmente, la joven alegó haber sufrido tres hematomas en el glúteo en el forcejeo para evitar la violación pero un informe forense los atribuyó a "otro origen, posiblemente una dermatitis de contacto", y junto a ello los jueces destacan esta única lesión en contraste con "lo reducido del habitáculo y toda la fuerza física" que dijo haber desplegado como mecanismo de defensa.
