Cuatro acusados de vender droga en su chalé de Utrera (Sevilla), donde fueron sorprendidos varios compradores con cocaína y hachís, han sido absueltos pese a las "vehementes sospechas" que les inculpan, según la sentencia.
La Sección Cuarta de la Audiencia, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, recoge que en junio y julio de 2005 la Guardia Civil comprobó que en una parcela del Camino de Los Molares de Utrera, donde vivían los dos matrimonios acusados, se acercaban muchos vehículos que no tenían vinculación con los habitantes y alguno de sus ocupantes entraba en el interior.
En dicho periodo, al menos cuatro compradores fueron sorprendidos a la salida de la parcela con distintas dosis de cocaína y hachís, añade el fallo, e incluso algunos de ellos llegaron a reconocer a dos de los acusados por fotografía.
Pese a estas "vehementes sospechas" contra ellos, la sentencia considera que no existen suficientes pruebas porque la Guardia Civil trabajó con escasos "medios técnicos y humanos".
Así, ninguno de los agentes que vigilaba presenció entrega alguna de droga y las imágenes que grabaron, que fueron visionadas en el juicio, "no permiten sustentar la existencia de ninguna transacción", sino solo "simples deducciones de los agentes".
Además, ninguno de los compradores reconoció en el juicio que los acusados le hubieran vendido droga, pese a que uno de ellos sí que lo hizo por fotografía y luego en una rueda de reconocimiento realizada el 2 de noviembre de 2005 ante la juez de instrucción 3 de Utrera.
No obstante, precisa la sentencia que dicho reconocimiento fue anulado por la propia juez poco después porque no había sido citado para asistir el abogado defensor de los acusados.
En las siguientes diligencias de reconocimiento, practicadas ya con todas las garantías, "sorpresivamente el testigo ya no reconoció a los dos acusados como las personas que le habían vendido droga", dice la Audiencia.
Los procesados se han visto libres así de los cuatro años de cárcel que pidió el fiscal para ellos, aunque ya en el juicio retiró la imputación contra las dos esposas.
Otro dato a favor de los acusados, según los jueces, es que en la parcela no solo vivía el acusado M.M.B. sino también su esposa y al menos uno de sus hijos, y la visitaban casi a diario su hija y el esposo de ésta última, el acusado J.A.C.
"Ello impide distinguir cuál o cuáles de todas estas personas eran las que realizaban las operaciones de tráfico de droga", dicen los jueces.
