El presidente del Real Betis, Miguel Guillén, ha vivido una desagradable situación esta tarde, y que da muestras de la complicada situación que vive la entidad verdiblanca con el equipo colista en la tabla, amén del pésimo partido que perpetró ante el Lleida el pasado miércoles y que estuvo a punto de costarle la eliminación en la Copa. Guillén acudió esta tarde a presenciar el partido que el Betis B disputaba en el Estadio Olímpico de La Cartuja ante el Gerena, correspondiente a la jornada 19 del Grupo X de Tercera división. El presidente se disponía a ver el partido a pie de campo, y cuando los aproximadamente 1.500 aficionados, muchos de ellos simpatizantes del equipo rival, detectaron su presencia al cruzar por la pista de atletismo que rodea al campo, empezaron a abuchearlo al grito de 'directiva dimisión'.
Guillén decidió entonces ver el partido en otro lugar y se trasladó a un palco del estadio. Ya en el partido ante el Lleida de Copa el miércoles los béticos también se volvieron contra el palco. Hoy mismo el presidente pedía antes de la comida de Navidad del club apoyo al beticismo para el equipo en el partido del sábado ante el Almería, tras pedir perdón a la afición y asumir los errores.
