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Abuelo, tienes un e-mail

Un ratón, en 1939 -año en el que nació Antonio- era un roedor y las arrobas, una medida de peso. Ahora, 70 más tarde, los ratones son esos aparatos imprescindibles para manejar un ordenador y las arrobas invaden los e-mails. Como Antonio, más de 1.600 mayores aprenden a navegar por la red. Así evitan la exclusión social.

el 16 sep 2009 / 06:46 h.

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Pepe Barahona

Un ratón, en 1939 -año en el que nació Antonio- era un roedor y las arrobas, una medida de peso. Ahora, 70 más tarde, los ratones son esos aparatos imprescindibles para manejar un ordenador y las arrobas invaden los e-mails. Como Antonio, más de 1.600 mayores aprenden a navegar por la red. Así evitan la exclusión social.

La 3eParty Unicaja 2009 reúne en Antequera (Málaga), hasta el 14 de agosto, a más de un millar de personas mayores procedentes de toda Andalucía. La intención de este encuentro es enseñar las utilidades de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación a las personas con especial dificultad de acceso, como son los mayores de 55 años.

Para muchos esta es su primera experiencia en el manejo de la informática. "Mi hija tenía un ordenador y yo lo miraba como a un chino", asegura Pepe Rubio. A sus 68 años, este vecino de Ronda ha decidido subirse al carro de las nuevas tecnologías. "Soy un analfabeto en la informática", pero como todo en la vida, se consuela: "Internet es cuestión de práctica".

El perfil del participante es una "mujer de alrededor de 70 años, que participa activamente en la vida de su centro de día", comenta el presidente de la Asociación para el desarrollo integral de las nuevas tecnologías (Adinut), David García. Uno de los principales objetivos del encuentro es "que los mayores pierdan el miedo a las nuevas tecnologías y sigan trabajando en su centro de día", afirma García. "Es necesario acercar internet a los colectivos con riesgo de exclusión digital como son los mayores, desempleados, mujeres y vecinos del ámbito rural", añadió. Encuentros como este propician "mejorar la calidad de vida", y facilitan "desde pedir cita con el médico a obtener un certificado de Hacienda", reconoce el presidente. Así los mayores "consiguen mayor independencia", añade.

comodidad. En este punto coincide Vicenta González. A sus 68 años vive en el pequeño pueblo cordobés de Fuente Tójar. Con unos 800 habitantes, su pueblo no dispone de centro de salud. Vicenta, para pedir cita al médico, debe desplazarse hasta el pueblo vecino, a unos 10 kilómetros. Con la ayuda de internet, en sólo un minuto evita ese lento trámite. "Y así no dependo de mi marido", dice.

Vicenta se lamenta de no haber nacido antes para poder manejar con soltura su teléfono móvil "y poder hacer fotos y enviar mensajes". Esta cordobesa asiste a la 3eParty con su marido, Antonio Ordóñez. "¡Quién me iba a decir que se iba a pasar de trabajar de sol a sol en el campo para trabajar delante de un ordenador!", exclama, a sus 70 años, Antonio.

En su segunda edición, la cita se ha convertido en todo un éxito. Adinut ha recibido más de 3.800 solicitudes, dejando sin plaza a más de 2.000 personas. "Se ha priorizado a los que no tenían experiencia, a los que viven en el ámbito rural", dice el presidente de la asociación.

Prueba de los buenos resultados es el testimonio de José Chacón, un vecino de Benamejí (Córdoba), que repite en esta cita con las nuevas tecnologías. "Mi ambición es aprender, no lo hago por necesidad. Me he iniciado y me encanta", dice a sus 72 años. José tiene un blog donde comparte fotos y vídeos de sus escapadas con su asociación de senderismo. Internet guarda cada vez menos secretos para él. "Cuanto más progreso más cuenta me doy de mi ignorancia", reconoce. "Al principio veía una montaña, casi imposible, a medida que me iban enseñando veía que no era tan difícil", se felicita José. "Me gustaría manejar el movil cómo hacen mis nietas", lamenta.

Por unos días, muchos mayores recuerdan los momentos en la escuela y hacen válido ese famoso dicho: nunca es tarde para aprender.

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