Nos abandona el verano -concretamente el próximo viernes a las 11:05 del horario oficial peninsular, momento en el que se iniciará el otoño en todo el hemisferio Norte-, y en Sevilla ha sido más caluroso o más fresco de lo normal, según se mire. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que ayer presentó los datos recogidos entre junio y septiembre, lo declaró "más cálido de lo habitual", al estar el periodo "entre 2 y 3 grados por encima de la media", en relación a la serie histórica de registros.
No obstante, el delegado territorial en Andalucía de la agencia estatal, Luis Fernando López Cotín, señaló que "existe entre la ciudadanía la sensación de que este año no ha hecho demasiado calor". Esta percepción puede deberse, según el meteorólogo, a que en realidad ha sido el cuarto verano más fresco en los últimos 11 años, es decir, de lo que llevamos de siglo XXI. Sin embargo, si se extiende la comparación a los últimos 30 años, que es el periodo que se usa para el cálculo oficial, este año el verano aparece como caluroso. Quiere esto decir que en el último decenio los veranos han sido más cálidos de lo que eran antes.
Además de ello, se da la circunstancia de que el día 22 de agosto se registró una temperatura mínima de 28 grados, lo que constituye una nueva efeméride pues es el valor más alto conocido. Los termómetros no bajaron en todo el día de esa cifra, incluyendo la noche, lo que dificultó en gran medida el descanso de los sevillanos y sevillanas.
Al hilo de estos datos, el delegado de la Aemet apuntó el tema del cambio climático, destacando el hecho de que se haya registrado la mínima más alta de la serie histórica en la ciudad. Ésta es una característica "propia del calentamiento global", según indicó a los asistentes.
En relación con las lluvias, la agencia estatal informó de que ha sido un año húmedo en Sevilla, pese a haberse producido un verano "muy seco" (35% por debajo de la precipitación media). El año hidrológico -cuyo recuento se inicia precisamente en septiembre- se ha cerrado con un 25% más de precipitaciones de lo normal en Andalucía, "habiendo llovido incluso más que en Galicia, sobre todo en la parte occidental". Gracias a las abundates lluvias de los últimos meses del año pasado se ha salvado el balance, pues después las precipitaciones "han sido bastante escasas".
La previsión de la Aemet para este otoño que entra "no aprecia cambios significativos" respecto a los valores medios habituales, esperándose por tanto un final de año con unas temperaturas y precipitaciones "normales" o dentro de la media de estas fechas. El delegado territorial López Cotín añadió que el otoño "va a entrar muy suave", y no se esperan lluvias en la primera semana de la estación.
No pudo precisar más en relación con la previsión para todo el otoño, pues, según informó a este periódico, las predicciones a nivel trimestral "no pueden realizarse con exactitud para una fecha o zona concreta", pues se basan en el análisis de la temperatura de las grandes masas de agua oceánica, a nivel global.
