La salida de Luis Fabiano ha intensificado las gestiones del Sevilla para fichar a un delantero. Kanouté y Negredo son en estos momentos los dos únicos puntas de peso dentro del plantel, y el club trabaja para reforzar su ataque con vistas a la próxima campaña.
Por diferentes razones, Koné, Acosta, Alfaro y Rodri, futbolistas que también aspiran a jugar, no cuentan y posiblemente volverán a tenerlo difícil el próximo ejercicio. Además, y pese a su gran momento, Kanouté no es eterno y es necesario buscarle un sustituto natural cuanto antes.
Sin embargo, la misión no es nada fácil. Los buenos delanteros, los contrastados, cuestan dinero, mucho dinero, de ahí que el club busque opciones asequibles. El presupuesto, además, puede reducirse sensiblemente si el equipo no se clasifica para disputar competición continental. Por ello, las inversiones se miran más que nunca con lupa.
El pasado reciente en lo que a la contratación de delanteros se refiere deja claro que dar con la tecla no ha sido nada fácil. Es más: desde que el Sevilla fichó a Kanouté y Luis Fabiano en 2005, sólo Negredo ha logrado brillar en Nervión. Ese mismo año también llegó Saviola, si bien el argentino lo hizo en calidad de cedido y, al menos, aportó cosas pese a no ser -tampoco en el Barcelona ni en el Real Madrid- la estrella que todo el mundo esperaba.
La marcha del pibito hizo que el club incorporase a un nuevo delantero de cara a la campaña 2006/07. El elegido fue Chevantón. Su fichaje se cifró en unos ocho millones de euros pero, salvo en contados partidos, pasó con más pena que gloria por Nervión. El uruguayo terminó marchándose a Italia hace unos meses.
Chevantón no fue el único refuerzo para el ataque de la campaña 2006/07. Kerzhakov, uno de los quebraderos de cabeza en los diferentes duelos contra el Zenit en Copa de la UEFA, llegó en el mercado invernal. El ruso costó 5,5 millones, jugó dos temporadas en el Sevilla y se marchó. Y al igual que los anteriores, sin responder a las expectativas.
APOSTANDO FUERTE. En pleno atracón de éxitos deportivos, el club volvió a reforzar su delantera. Esta vez, lo hizo realizando la que por entonces fue la mayor inversión de toda su historia: Koné. El marfileño costó 12 millones de euros y arribó como flamante fichaje para la temporada 2007/08. Sin embargo, su infortunio -lesiones de gravedad y casi consecutivas- le han relegado a un segundo plano. Koné sigue formando parte del plantel, pero sin jugar y su futuro no está nada claro. Termina contrato en 2012 y todo hace indicar que se marchará este verano.
Para la campaña 2008/09, el Sevilla fichó a otro futbolista de ataque: Acosta. Costó 7,5 millones. No es un punta nato pero llegó como opción para la delantera, aunque también ha jugado en banda, donde tiene cerrado el camino actualmente. Tampoco ha tenido suerte con las lesiones el joven argentino.
El último refuerzo para la delantera fue Negredo. Catorce millones costó, inversión récord del club hasta la fecha. Poco a poco, el madrileño ha ido encontrando su sitio y en su segunda temporada se ha ganado al sevillismo con goles, calidad y entrega. La actual campaña 2010/11 es la única desde 2005 en la que el Sevilla no ha fichado delanteros. La próxima será otra historia.
