Que levante la mano el que sepa un título en el que una familia es acosada en su hogar por un asesino. ¿Alguien? ?¿nadie? Pero si es muy fácil, si hay títulos y variaciones sobre el tema a patadas. Venga, empiezo yo: La matanza de Texas, las dos versiones de Funny games, La noche de Halloween, la saga de Scream, Arlington road, Los extraños, Secuestrados (el magistral filme que Miguel Ángel Vivas estrenaba el pasado mes de febrero)...y muchas otras que, añadiendo elementos sobrenaturales a la trama, abrirían todo un nuevo campo a un subgénero del thriller/terror que ha dado tanto de sí en la gran pantalla que parece algo absurdo volver a incidir en él.
Y más aún si tenemos en cuenta que el director, un Jim Sheridan con grandes títulos en su haber como Mi pie izquierdo o En el nombre del padre, había centrado la totalidad de su filmografía en las muchas posibilidades que siempre otorga el drama en el cine.
Sea como fuere, en la cinta que nos ocupa conoceremos al exitoso editor Will Atenton (Daniel Craig) cuando deja su trabajo en Nueva York para trasladarse con su esposa Libby (Rachel Weisz) y sus dos hijas a una preciosa casa en una pequeña ciudad. Empiezan a acostumbrarse a su nueva vida cuando descubren que una madre y sus hijos fueron asesinados en esta casa ideal.
Todos los habitantes de la ciudad están convencidos de que el culpable es el único superviviente, el marido. Will decide investigar con Ann Paterson (Naomi Watts), una vecina amiga de la familia asesinada. Will y Ann empiezan a encajar las piezas del inquietante rompecabezas y no tardan en descubrir que la terrible historia de la última persona en salir de la casa de ensueño se repetirá con la siguiente que entre.n
