Ha vuelto a desaparecer de las convocatorias, de nuevo trabaja en la sombra y alejado de los terrenos de juego. Lautaro Acosta, uno de los fichajes estrella de la temporada por su precio, sigue sin recuperarse de su lesión de tobillo, y la temporada se acaba.
El caso del joven jugador argentino ya pasa a tener más tintes esotéricos que futbolísticos. Lautaro Acosta sufrió un esguince de tobillo en el partido de la Copa de la UEFA ante el Stuttgart del pasado 23 de octubre. Desde aquel fatídico día para él ha jugado la escalofriante cifra de cinco partidos, cuatro en la Liga y uno en la Copa del Rey, el que hasta el momento le ha ofrecido sus mejores momentos como sevillista, ya que marcó el gol de la victoria, a la postre inútil, en la ida de la semifinal ante el Athletic.
Y luego, ha vuelto a desaparecer. El problema sigue radicando en su tobillo derecho, que además volvió a lesionarse de forma fortuita en la ciudad deportiva en el pasado mes de enero. En teoría, el esguince está superado, pero el dolor no permite al argentino mover su tobillo con comodidad. Esto ha motivado que el cuerpo médico nervionense haya decidido someter al ex futbolista de Lanús a un nuevo programa especial de recuperación, sin prisas, urgencias ni plazos marcados. Actualmente Acosta no participa en los entrenamientos con el resto de sus compañeros en la ciudad deportiva. Su rehabilitación consiste en un trabajo específico -lo lleva a cabo a caballo entre el Fremap y el gimnasio- cuya primera fase es "eliminar el dolor", según explica Adolfo Muñoz, médico sevillista. "Vamos a ir muy poco a poco con él, dando pasos muy cortos, porque dados los antecedentes parece la única solución. El jugador insiste en que continúa el dolor y vamos a intentar que le desaparezca. Hasta que no estemos convencidos de que está en condiciones no lo meteremos con el resto de compañeros en un entrenamiento normal", añade.
De momento, el internacional olímpico con la albiceleste realiza trabajos específicos, como el fortalecimiento de su tobillo en arena y ejercicios en la bicicleta, pero aún no se ha probado en un terreno de juego. "La verdad es que no sé cómo responderé en el campo. Estoy trabajado bien y me encuentro mejor, pero hasta que vuelva a entrenarme con los compañeros y haga trabajo de campo no voy a saber cómo estoy realmente", admite el futbolista, que en cualquier caso tiene bien aprendida la lección y no se va a precipitar lo más mínimo.
"No me marco ningún plazo. No quiero precipitarme y volver a recaer. Tengo que ir tranquilo, poco a poco, para no volver a tener problemas", indica Lautaro, que está convencido de que podrá volver a jugar esta temporada con el Sevilla. "Eso es lo que quiero. Tengo ganas y esperanzas de que todo vaya bien y quiero volver a jugar antes del final de Liga, no quiero pensar en la próxima temporada aún, mi principal objetivo es reaparecer". El suramericano, que llegó por unos 6,5 millones de euros, ha jugado nueve partidos y anotado un gol.