Los acreedores de Contsa demandarán y pedirán daños y perjuicios contra los administradores concursales de la sociedad -declarada en suspensión de pagos- por su "falta de gestión", después de que los administradores se hayan opuesto al concurso presentado por dichos acreedores.
Fuentes de los acreedores han indicado a Europa Press que presentarán demanda de oposición al escrito de la administración concursal y pedirán responsabilidades, toda vez que solicitarán daños y perjuicios por su "ausencia de gestión".
Las fuentes indican que en su informe "los administradores reconocen que han podido obtener ingresos por arrendamiento de inmuebles, pero deliberadamente no han querido arrendarlos y han querido liquidar la empresa desde el principio".
"Hasta cualquier persona normal, con menor conocimiento de gestión empresarial, hubiera gestionado mejor la empresa", han agregado las fuentes.
Los acreedores precisan que en su informe, los administradores concursales "reconocen que es viable el arrendamiento de los inmuebles de la empresa, e incluso encargaron un informe a la sociedad tasadora Tinsa, en virtud de la cual hace una estimación de los ingresos que se pueden obtener de estos inmuebles, y se demuestra que esos ingresos cubren la totalidad de los costes operativos de la empresa".
Dicho informe, según las fuentes, cuantifica en 1,5 millones cuanto se puede obtener por el arrendamiento de los inmuebles durante varios años, con lo que "se cubren todos los gastos que hacen falta para la gestión de la empresa".
"Se comprueba que es factible la continuidad de la actividad de la empresa, cuando los administradores siempre habían negado eso", agregaron los acreedores, que apuntan que "los administradores nos dan la razón".
Asimismo, han agregado que en su propio informe de oposición, la administración concursal "reconoce que paralizó la actividad de la empresa al despedir a todo el personal de la empresa", toda vez que "la empresa no ha perdido los clientes ni bajado las ventas sino que se ha despedido a todo el personal de la empresa por parte de la administración concursal".
Según los acreedores, la administración concursal "reconoce que se ha producido un importante deterioro en el estado general de los inmuebles y que sería necesario realizar inversiones en los mismos, si bien eso no lo cuantifica, por lo que podría haberlo alquilado".
Los acreedores lamentan que los administraciones "no se han opuesto a ninguna ejecución hipotecaria, ha intentado liquidar la empresa con la única finalidad de no tener que rendir cuentas ante los acreedores, cuando con el importe de los alquileres podría revertirse en parte en la reparación de dichos edificios".
"La administración concursal se ha limitado a cobrar sus honorarios sin realizar ninguna gestión sobre los inmuebles de la empresa y además ha intentado liquidar la empresa incluso estando en la fase común del concurso, y al permitir deliberadamente el deterioro de activos y la ejecución hipotecaria", se han lamentado los acreedores.
