ACS utilizará Iberdrola como palanca para crear una gran eléctrica europea. Así lo anunció ayer el presidente del grupo, Florentino Pérez, que apuntó que decidirá sobre la compañía después de las elecciones del 9 de marzo y en "colaboración" con todos los socios.
El grupo constructor ACS calificó ayer su participación en Iberdrola como una "palanca estratégica para la creación de valor a través de un proceso de consolidación" con el objetivo de posicionarse como "accionista industrial de referencia" de una gran eléctrica europea.
Así lo explicó ayer en una conferencia ante analistas el presidente del grupo, Florentino Pérez, quien aseguró que Unión Fenosa es la "cabecera", mientras que el papel que reserva a Iberdrola es el de servir de palanca de cara a un futuro proceso de consolidación.
El presidente de ACS puso de manifiesto el compromiso de su grupo en el sector energético y declaró que su objetivo es situarse como un accionista de referencia "en una gran compañía eléctrica de tamaño europeo", con el objetivo de que la mayoría de sus activos estén en mano de accionistas españoles, aunque no dio más detalles sobre cómo lo hará.
Pérez indicó además que colaborará "con el resto de accionistas y actores implicados" en una "solución óptima para el sector en general y para empresa en particular". En este sentido, aseguró que ACS, primer accionista de Iberdrola, no tomará ninguna decisión sobre una eventual operación corporativa de la eléctrica hasta la celebración de las próximos elecciones del 9 de marzo y la creación de un nuevo Gobierno que fije su política energética.
Pérez se pronunció de esta forma días después de que el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, declarara que ACS no es un accionista de esta compañía, sino "su mayor competidor", y que la constructora ha creado "inestabilidad" desde su primer día en la eléctrica.
"El nuevo Gobierno tendrá que decidir claramente la política energética del país y nosotros seremos leales a ella", dijo Pérez, quien aseguró -ante las acusaciones de Sánchez Galán- que a quien más le interesa que Iberdrola vaya bien es a ACS, por lo que "nadie puede decir que no hayamos sido unos accionistas leales".
Florentino Pérez reiteró los dos condicionantes que el grupo se ha autoimpuesto a su estratégica en materia de energía: garantizar "lealtad a la política energética del Gobierno" y que la mayor parte de los activos "queden en manos españolas".
Tras varios días de rumores, ACS reconoció hace tres semanas contactos con la compañía pública francesa EDF sobre el sector energético europeo y su interés por Iberdrola y el mercado español, aunque puntualizó que en estas conversaciones no se concretó acuerdo alguno.
La constructora liderada por Pérez tiene una participación total en Iberdrola del 12,4%, 7,2% directo más otro 5,2% en derivados financieros, y controla el 45,3% de Unión Fenosa.
El presidente de ACS confirmó que el porcentaje en Iberdrola no ha aumentado desde el cierre de 2007 y que el equity swap (contrato de derivados) a través del cual controla indirectamente el 5,2% de la eléctrica vence en junio, si bien se puede ir renovando anualmente sin necesidad de ejecutarlo.
