Los conflictos en la frontera de Melilla con Marruecos, que llevaron al Rey Juan Carlos a telefonear a Mohamed VI para evitar que la situación llegase a mayores, se sucedieron en el día de ayer. Activistas marroquíes impidieron durante la mañana la entrada de pescado, marisco, fruta y verduras a Melilla como medida de protesta por supuestos actos violentos de la Policía española contra ciudadanos marroquíes.
El boicot, promovido por la Coordinadora de la Sociedad Civil en el Norte de Marruecos y el Comité Nacional de la Liberación de Ceuta y Melilla, tiene también como objetivo reivindicar la pertenencia a Marruecos de esa ciudad autónoma española. Un boicot que, según indicaron, se volverá a repetir la semana que viene, mientras que desde el próximo lunes y durante los 15 días siguientes se bloqueará además la llegada de cemento y ladrillo.
Mientras, desde Melilla, su presidente, Juan José Imbroda (PP), acusó ayer al Gobierno de Marruecos de "magnificar" los incidentes ocurridos en la frontera con España buscando otros "intereses" y lamentó la "falta de contundencia" del Ejecutivo español para responder a estas acusaciones. "Los incidentes son bajísimos, pero se han magnificado", denunció Imbroda apuntando directamente al Gobierno marroquí en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press.
Además, Imbroda reconoció que espera que la tensión disminuya después de que el Rey Juan Carlos llamara al monarca alauí, Mohamed VI. Según explicó el presidente de Melilla, el origen de estas tensiones es obra de un grupo de alrededor de 20 ciudadanos marroquíes que "provocan" a la Policía española y la Guardia Civil en la frontera. Pero lo más grave, según criticó, es que las fuerzas de seguridad del país alauí les "permiten hacer estos desmanes" por lo que cortan el tráfico en la frontera o incluso boicotean los productos españoles.
Estas declaraciones de Imbroda no sentaron nada bien al Gobierno español ni al PSOE de Melilla. El ministro de Fomento, José Blanco, aseguró ayer que el Gobierno ha apostado "por la vía del diálogo y la cooperación, como siempre", y está haciendo un "esfuerzo" en ese sentido para superar el "malentendido" con Marruecos. "Creemos que por la vía del diálogo y la cooperación, como siempre hemos establecido con Marruecos, se va a superar", afirmó en una rueda de prensa en Oviedo.
Más crítico fue el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, quien reclamó "prudencia" a Imbroda, y le recordó que el Ejecutivo "sabe lo que debe hacer para mantener unas excelentes relaciones con Marruecos". El también ministro de Política Territorial pidió igualmente al presidente de Melilla que no utilice "políticamente" el tema de las relaciones con Marruecos en una "confrontación partidaria".
A pesar de la sugerencia de Chaves, el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, acusó al Gobierno de Zapatero de usar al Rey en los incidentes con Marruecos "como su ministro de Asuntos Exteriores", lo que, según él, ha agravado el asunto.
Fotomontaje. Por otra parte, en Beni-Enzar, la zona fronteriza entre Melilla y Marruecos, aparecieron varios fotomontajes de las funcionarias del Cuerpo Nacional de Policía de la zona. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció los carteles, a los que calificó de "denigrantes", "injustos" y "una falta de respeto" para las trabajadoras.
