La Unión Europea (UE) se encamina hacia una reforma "simplificada" del Tratado de Lisboa tras la propuesta acordada por Francia y Alemania, un pacto que ha provocado división entre los Veintisiete. El asunto será discutido en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE del jueves y viernes en Bruselas, dando continuidad a la declaración efectuada en su favor por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.
En principio, los líderes comunitarios estudiarán la posibilidad de una "reforma limitada" pues, según la Presidencia belga, "nadie quiere abrir los Tratados para un cambio fundamental que no esté en relación con el objetivo de "dar un anclaje jurídico" a las propuestas de supervisión económica. La modificación del texto responde a la voluntad de hacer permanente el fondo de estabilización temporal creado este año.