Un militar destinado en Madrid se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia por un delito de agresión sexual a una compañera en 2005. El capitán de la mujer, sin embargo, recomendó a su subordinada que no denunciara los hechos porque, "en el fondo", ella sabía que la culpa era suya.
La Fiscalía Provincial de Madrid solicita para Miguel Ángel M.G., el militar acusado, destinado en el cuartel del Ejército de Tierra del municipio madrileño de Hoyo de Manzanares, nueve años de prisión. Pide, además, que se le imponga la prohibición de comunicarse con la víctima durante un plazo de diez años a partir de que sea excarcelado. Además, la Fiscalía reclama que el procesado indemnice a la mujer con 15.000 euros por los daños causados.
Los hechos se remontan al 15 de marzo de 2005. Según la víctima, ese día el acusado la empujó a un callejón y la violó. "El procesado se puso encima de ella. Con su mano izquierda le sujetó el brazo derecho, con su rodilla derecha le sujetó el brazo izquierdo, y con la mano que le quedaba libre le bajó el pantalón y la braga", señala la calificación provisional del fiscal.
Un capitán del mismo destacamento recomendó a su subordinada que no denunciara los hechos por ser "en el fondo, culpa suya" al haberle provocado en alguna ocasión. "Yo no le ordené que no denunciara, sino que creía que no debería hacerlo porque el chico era un buen chaval y ella sabía que, en el fondo, era culpa suya", se justificó.
Por su parte, Miguel Ángel M.G. aseguró en la vista oral que la acusación era "totalmente falsa" y recalcó que en ningún momento la forzó porque ella consintió la relación. Contó que Sheila se le había insinuado en varias ocasiones, a él y a más compañeros, y que la chica "estaba muy caliente".
