La expulsión de rumanos de Italia está desencadenando un conflicto entre los dos países. El presidente rumano, Traian Basescu, acusó a las autoridades italianas de cometer abusos contra ciudadanos rumanos que han expulsado de su país.
Basescu precisó que "cualquier delincuente debe ser castigado" y que la situación que hay en Italia respecto a los rumanos viene tras una serie de "actos negativos" cometidos en su mayoría por ciudadanos de etnia gitana, pero también criticó los abusos. En este sentido, añadió que nueve rumanos han muerto en Italia en actos de xenofobia tras el asesinato de una italiana supuestamente cometido por un gitano rumano el pasado 31 de octubre.
Las expulsiones de rumanos se respaldan en un decreto-ley del Gobierno italiano que permite "el alejamiento" urgente de ciudadanos comunitarios por razones de seguridad sin darles poder defenderse en la justicia. "El Estado rumano no aceptará los abusos contra sus ciudadanos y lo manifestaremos en la relación bilateral con Italia y en la Unión Europea", subrayó.
El Parlamento Europeo admitió que la legislación comunitaria contempla que un Estado miembro pueda expulsar a un ciudadano de otro país de la UE cuando sea una amenaza para su seguridad, pero reclamó a los Gobiernos que apliquen estas medidas observando los "límites muy precisos" que se establecen en la norma.
El Pleno de la Eurocámara aprobó una resolución en la que se censura al comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, el italiano Franco Frattini, que afirmó que el Gobierno de Italia debería averiguar si los gitanos rumanos tienen domicilio y documentación y, en caso contrario, tramitar su expulsión del país.
