España puso punto y final a su caminar hacia la Eurocopa de 2008 con otro triunfo, esta vez ante la débil Irlanda del Norte, y cierra el 2007 de forma pletórica, invicta, con 10 triunfos y dos empates y como líder del grupo F de la fase previa de la competición europea.
Aragonés cambió los planes del partido. Inicialmente tenía pensado variar el esquema y alinear a dos puntas en detrimento de uno de los cuatro cerebros del centro del campo, pero el técnico viró el pensamiento en el último momento. Se dio cuenta Luis de que le quedan ya pocos ensayos antes de la Eurocopa y que conviene aprovechar todos las ocasiones de engrasar más la máquina española en la zona ancha.
Y a España le funciona de momento el juego de toque, el que le ha clasificado matemáticamente para el evento del próximo verano. Por eso, el entrenador volvió a alinear a Iniesta, Xavi, Cesc y Silva en la parcela ancha. Los cuatro actuaron juntos por quinta vez, de las que sólo en tres saltaron al césped desde el comienzo. Aragonés quiere ensamblar todo lo que pueda cuatro de sus piezas más preciadas. Otra cosa será lo que haga el próximo junio, cuando los rivales sean de mayor entidad y cuando Fernando Torres vuelva a enfundarse la camiseta roja.
Se vio a los futbolistas de Luis relajados, conscientes de que el objetivo principal estaba ya logrado. A los norirlandeses, sin embargo, les iba la vida en el envite, aunque sus posibilidades de clasificación pasaban porque se produjese un milagro en forma de victoria en Las Palmas y derrota de Suecia en Estocolmo ante Letonia. A pesar de ello, los dirigidos por Nigel Worthington, que jugó contra España en el Mundial de 1982 en una noche histórica para su equipo, que derrotó a los hispanos 0-1, no salieron convencidos de la proeza.
Por ello, cedieron totalmente el mando del partido a los jugones y dejaron a la intemperie sus clarísimas limitaciones técnicas. Pudo España inaugurar el marcador en el minuto 7, cuando un derribo sobre el canario David Silva dentro del área no fue sancionado por el colegiado. La pena pareció clara para todos menos para el juez.
Y tras un período de zozobra apareció el debutante Daniel Güiza. El delantero del Mallorca, que percibirá 300.000 euros por el debut, pudo hacer el tanto en el tramo final del primer acto. Hasta en tres ocasiones pudo conseguirlo.
En la segunda parte Aragonés intento fortalecer el juego de banda con la entrada de Joaquín en detrimento de Cesc y la sintonía continuó siendo la misma, con dominio abrumador de España. Sólo faltaba abrir la lata irlandesa y era cuestión de tiempo. Lo hizo Xavi Hernández en el minuto 52 de forma espectacular, con un precioso disparo desde unos 25 metros que se coló en la red de Taylor tras rebotar en la cabeza de Craigan, un defensa británico.
El tanto fue la puntilla para los visitantes, que bajaron los brazos definitivamente, aunque nunca creyeron a ciegas en la misión con la que llegaron a la isla de Gran Canaria. El camino hasta el final fue muy sencillo para los de Aragonés, que comenzaron a fabricar ocasiones de gol con facilidad. Pudo anotar Güiza antes de que Luis lo sustituyese por Tamudo y Joaquín y Silva poco después.
Mediada la segunda mitad llegaron noticias del segundo tanto de Suecia ante Letonia, lo que contribuyó a cerrar las ínfimas opciones de Irlanda. España jugó hasta el pitido final en terreno contrario, lo que fue celebrado por el público que llenaba el estadio, a pesar de que se quedó con las ganas de observar más goles. Aunque de este partido no se pueden sacar conclusiones, Luis cerró la fase de clasificación para la Eurocopa feliz, como primero de grupo y, además, continuó con su suerte en Canarias, donde nunca perdió como jugador y sólo una vez como técnico.
