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Adiós a la Feria que le ganó el pulso a la crisis

La Feria de Dos Hermanas se despidió ayer con la melancolía de lo bueno que se acaba, pero con el descanso que es para el cuerpo parar tras varios días en los que la jarana le ha ganado la partida a la crisis. El real de Vistazul, que en teoría vive sus últimos años antes de su traslado, ha acogido una fiesta tranquila, amable y muy familiar.

el 16 sep 2009 / 02:53 h.

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La Feria de Dos Hermanas se despidió ayer con la melancolía de lo bueno que se acaba, pero con el descanso que es para el cuerpo parar tras varios días en los que la jarana le ha ganado la partida a la crisis. El real de Vistazul, que en teoría vive sus últimos años antes de su traslado, ha acogido una fiesta tranquila, amable y muy familiar.

"Es que yo soy un tipo con mucha suerte", comentó ayer medio en serio medio en broma el concejal de Fiestas Mayores, José Román. Un hombre que no vive la feria como el resto de nazarenos, ya que se encarga de los elementos más importantes, la Policía Local y los transportes, que confluyen en el real de Dos Hermanas. O sea, que su misión es coordinarlo todo, con lo que no se lo puede pasar bien hasta que certifica que todo está como debe estar. Por eso ayer, con la feria casi terminada, aprovechó para darse un respiro y comer con algunos amigos.

El comentario de Román obedece a que, un año más, la feria no ha tenido que lamentar incidencias de calibre: dos detenidos, un hombre y una mujer por una discusión de pareja, ningún herido y sin problemas en el real. Además, los controles de alcoholemia tampoco han cazado a muchos conductores que hayan dado positivo, lo cual no deja de ser otra buena noticia.

"Influyen las dos cosas, por un lado es que Dos Hermanas siempre ha sido una ciudad muy tranquila y por otro que la Policía Nacional ha desplegado más agentes que nunca. Hay que agradecerle a Enrique Álvarez Riestra [comisario de la policía de Andalucía Occidental] que nos haya dado más agentes que nunca este año", comentaba un concejal de Fiestas que no quiso hablar de los efectivos que han estado en el real ni de la gente que ha podido acudir. Eso sí, comentó que el viernes y el sábado han sido las dos jornadas más concurridas. Ayer domingo había muchas comidas de despedida y mucha tranquilidad en la feria, ya que hoy se trabaja.

Con el final de la fiesta también se procedió, en la madrugada de ayer domingo, a hacer público el fallo del jurado para el concurso de exornos del ayuntamiento. En la categoría de casetas públicas ganó La Corralera y en la de casetas privadas ganó Los Penúltimos, una guinda para sus socios, ya que en esta feria han celebrado su vigésimo aniversario y acumulan ya 11 premios ganados.

Además se hizo mención especial a la hermandad del Rocío por su 75 aniversario y se reconoció la labor de la caseta del coro de Ibarburu, por "el buen ambiente que ha tenido durante toda la feria y por mantener la tradición de tener albero seco dentro de la caseta", como se resaltaba desde el propio Ayuntamiento.

Algunos de los que comían ayer en Ibarburu así lo reconocían, como Asunción Villaverde, una secretaria de 31 años: Ibarburu es "donde mejor se come a medio día y donde más marcha hay por las noches. Hay veces que te vas a otras casetas por ver cómo están, pero cuando has dado un paseo te das cuenta que ésta es de las mejores", comentaba.

Y esto ha sido todo por este año. Al final la crisis se notó, sí, pero tampoco fue para tanto, porque ya hay bastantes sofocones en el día a día para encima llevárselos a cuestas al real. El arranque fue flojillo, de acuerdo, pero al final la feria de los cuatro días festivos seguidos remontó el vuelo a base de bien.

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