Los últimos trabajadores de la fábrica de tabacos de Sevilla, la más antigua del mundo, se despidieron ayer de sus puestos de trabajo, su vida y sus recuerdos dejando atrás 400 años de historia.
Las puertas de la fábrica de tabacos que la multinacional Altadis mantenía abiertas en Los Remedios sin actividad productiva desde el pasado verano, cuando se fabricaron los últimos cigarrillos negros, fueron cerradas ayer definitivamente. Los mismos trabajadores que se han encargado en estos últimos meses del recogido de materiales y desmantelamiento de maquinaria se despidieron de la que según ellos ha sido "su casa" durante más de 30 años.
Esta fábrica que se remonta a 1620, fue la primera fábrica de tabacos del mundo. Su desarrollo ha estado entroncado con el de la capital, forma parte de su historia y ha sido motor de cambio de la sociedad y la cultura sevillana a través de los hombres y mujeres que han trabajado en ella, Es reconocida por muchos como fuente de inspiración de obras como la ópera Carmen de Bizet y generadora de mitos y leyendas.
En Julio de 2003 cuando se produjo el anuncio del cierre de la tabacalera, los trabajadores emprendieron su lucha con el fin de conseguir la permanencia de la fábrica y evitar lo que hoy es ya un hecho consumado. Ha sido mucho el tiempo y el esfuerzo el que esta "gran familia", como se denominan ellos, ha dedicado a evitar "este previsible desenlace".
Los trabajadores admiten en todo momento fueron conscientes de la dificultad de ganar una lucha que libraban contra una gran y poderosa multinacional en la que las decisiones están encaminadas a la búsqueda del máximo beneficio para el accionista.
Historias anónimas como la de Isabel Torres, de 50 años, que ha trabajado en la "cigarrera" como a ella le gusta que llamen a la fábrica, durante 30 años son el mejor testimonio que la tabacalera deja como legado en Sevilla. O la de Fernanda Portela, que forma parte del Comité de Empresa, que también ha trabajado en la fábrica durante más de 30 años y reconoce que "con el cierre de la tabacalera se termina una etapa de la vida en la que hemos sufrido novios, nos hemos casado, hemos tenido hijos... y todo lo hemos vivido como una gran familia unida"
Gracias a la lucha de los trabajadores, la gran mayoría, que alcanzan los 50 años de edad han sido prejubilados, pero otros 5 compañeros tendrán que trasladarse a Cádiz. Entre ellos, Francisco Angulo, secretario del Comité de Empresa y mando operativo encargado de Servicios que ha emprendido acciones legales contra la empresa por no cumplir una de las condiciones del acuerdo que establecía el mantenimiento del nivel del cargo de los trasladados a la factoría de Cádiz. Este trabajador que acudió ayer a recoger su despacho, y que si la justicia no lo impide pasará a ser mozo de almacén, ha servido a la empresa durante más de 25 años, siguiendo una saga familiar que comenzó su abuela y continuó después su padre.
Mezcla de sentimientos. Los trabajadores que se despedían hoy de sus puestos de trabajo se mostraban tristes, aunque según declaraban "satisfechos de, por lo menos, haber conseguido alargar el cierre de la fábrica y haber logrado la prejubilación de la mayoría de sus compañeros."
