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Adiós al patriarca demócrata

El clan de los Kennedy se quedó ayer sin sucesor tras la muerte del patriarca familiar, el senador Edward, más conocido por Ted, cuya desaparición marca el fin de un capítulo en la trágica historia de la dinastía. El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró ayer que EEUU pierde a un "defensor de sus sueños".

el 16 sep 2009 / 07:43 h.

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El clan de los Kennedy se quedó ayer sin sucesor tras la muerte del patriarca familiar, el senador Edward, más conocido por Ted, cuya desaparición marca el fin de un capítulo en la trágica historia de la dinastía. El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró ayer que EEUU pierde a un "defensor de sus sueños".

El más joven de los nueve hijos de Rose y Joseph Kennedy y el último superviviente de cuatro hermanos varones, Ted Kennedy, fue durante décadas el rostro visible de una familia que la dramaturga estadounidense Clare Boothe Luce (1903-1987) describió como "indomable, honorable y vulnerable". "¿En qué otro lugar además de en la ficción gótica podría uno encontrar tales triunfos y tragedias, tal belleza y encanto (...) y al mismo tiempo tal ambición, orgullo y debilidad humana?", se preguntó Luce en una memorable impresión de los Kennedy.

La muerte del patriarca, a los 77 años y de un tumor cerebral, se produce sólo semanas después de la de su hermana mayor, Eunice Kennedy Shriver, de 88 años, fundadora de los Juegos Olímpicos Especiales. "Eunice está ahora con Dios en el cielo. Sé que nuestros padres y hermanos y hermanas que se fueron antes de ella estarán encantados de tenerla otra vez a su lado", afirmó el senador de Massachusetts en un comunicado tras el fallecimiento de Eunice.

Jean Kennedy Smith, de 81 años, es ahora la única superviviente de la rica, católica y progresista dinastía de origen irlandés, bautizada por algunos como la familia real estadounidense, y cuyos rostros comienzan ya a difuminarse en la historia.

El senador fue diagnosticado de un cáncer cerebral en mayo del año pasado, del que fue operado, aunque no se le pudo extirpar por completo. No obstante, su hijo, el congresista Patrick Kennedy, reconoció recientemente que el senador superó las expectativas que le habían dado los médicos.

Pese a lo delicado de su situación, Edward Kennedy tuvo una sorpresiva aparición en la Convención Demócrata de Denver, hace justo un año, donde acudió para respaldar la candidatura presidencial de Barack Obama. Con un discurso emotivo, lúcido y brillante, Kennedy prometió en aquella ocasión estar presente cuando Obama tomará posesión de la Casa Blanca y así lo hizo, participando en los actos de investidura, donde sufrió un ligero desmayo. Más tarde acudió a la Casa Blanca en abril, cuando Barack Obama firmó una ley que llevaba el nombre del senador, un duro luchador por la igualdad.

Su desaparición se produce justo en el momento en que más se le necesita, cuando se está discutiendo en el país su ansiada reforma del sistema de salud, como puso de manifiesto hace unos días el senador republicano y ex candidato presidencial John McCain.

Pese a su ausencia, Kennedy deja un legado de lucha por los derechos civiles y por la igualdad de oportunidades para los más desfavorecidos, a lo largo de su extensa trayectoria en el Senado, donde fue elegido en 1962, durante la presidencia de su hermano John. Sus propias ansias presidenciales se vieron dañadas tras un escándalo por un accidente sufrido en 1969, en el que murió una mujer. Compitió una vez por la Casa Blanca en 1980, pero perdió ante Jimmy Carter, que se presentaba a la reelección.

Ayer, las figuras más relevantes de la política estadounidense recordaron la herencia política que deja el senador, entre ellos el presidente estadounidense, quien lo describió como un "defensor de sus sueños" para el país. Además, dijo que su nombre "es sinónimo del Partido Demócrata" y destacó el gran trabajo que realizó en el Senado.

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