Se avanza en materia de empleo, aunque a la región le quedan aún muchos hándicaps que superar. Entre ellos, tratar de equilibrar la balanza de los sectores generadores de empleo porque dos de cada tres puestos los oferta la Administración pública y la construcción, según un estudio de la EOI. Y la nueva coyuntura del ladrillo no hace pensar que pueda mantener el mismo ritmo.
Una vez que se vislumbra el final de la legislatura, toca hacer balance. En materia de empleo, varias cifras: 520.000 nuevos puestos y 3,2 millones de ocupados, con una tasa de actividad del 56,74%, precisó ayer el viceconsejero del ramo, Agustín Barberá. Pero también hay otras como el 13,99%, la tasa de paro en Andalucía, como recordó.
Se ha avanzado, pero también quedan cosas por mejorar. Es el origen del estudio sobre Relaciones Laborales y Empleabilidad que, elaborado por más de 80 expertos de la escuela de negocios EOI, pretende analizar cómo es el empleo andaluz, cuáles son sus puntos débiles y las tendencias hacia las que se orienta el mercado laboral.
Una de las conclusiones es la fuerte dependencia de la creación de empleo del dinero público y del ladrillo, que concentraron el 42,7% y el 25%, respectivamente, de la oferta de puestos de trabajo en la comunidad en 2006, muy por delante de la hostelería y el comercio.
El estudio constata que la región concentra el 23% de los nuevos contratos firmados en España, de los que el 42% los rubrican mujeres, con lo que se acorta la distancia de este colectivo, en el que se agudiza el paro.
Va in crescendo el autoempleo, ya que el número de autónomos creció un 30% en el último lustro, diez puntos más que en España, aunque una asignatura pendiente es que generen más empleos además del propio (sólo un 20% tiene algún asalariado).
Otro de los factores a destacar es la "importante" caída de la conflictividad en los últimos años porque, aunque se mantiene el número de huelgas, ha descendido drásticamente el número de trabajadores afectados, pasando de más de 1,8 millones en 2002 a menos de 70.000 de 2005, lo que "infunde confianza a empresarios y atrae a nuevos inversores".
