Cultura

'Adobo' o la vitalidad del 'underground'

¿Quién dijo que el underground estaba muerto? Un grupo de inquietos y pujantes artistas sevillanos ha fletado un fanzine, Adobo, que responde a la perfección a ese espíritu libre, gamberro e iconoclasta. Mañana se presenta en la librería La Araña su cuarta entrega, que acaba de ver la luz.

el 16 sep 2009 / 05:03 h.

¿Quién dijo que el underground estaba muerto? Un grupo de inquietos y pujantes artistas sevillanos ha fletado un fanzine, Adobo, que responde a la perfección a ese espíritu libre, gamberro e iconoclasta. Mañana se presenta en la librería La Araña su cuarta entrega, que acaba de ver la luz.

Todo empezó, como en el mundo al revés, a partir de un fanzine on-line, Ojodepez, donde se dio cita una variopinta camada de jóvenes artistas hispalenses del cómic. La amistad y la pasión compartida por las viñetas fue dando paso a otro proyecto, esta vez en papel, que acabaría siendo bautizado como Adobo.

"La idea era hacer un fanzine paralelo, con historias políticamente incorrectas, un humor quizá más bestia, porque había hueco para ello", comenta El Otro Samu, uno de los impulsores de Adobo. "No nos importan las posibles represalias, lo único que pretendemos hacer es reír, y para ello reivindicamos si hace falta el chiste del gangoso o el del inglés, el francés y el español, aunque sin hacer daño a nadie".

Los colaboradores de esta nueva entrega son, junto al citado Samu, Claudio Buenafuente, Elenilla, Fresús, Joaquín Aldeguer, Joseba Glorieta, Kwyjibo, Molg H, Nacho García, Nathan, Néstor F. y Pablo Muñoz. Todos ellos proceden de una escuela estética común, vienen de Escobar, Vázquez e Ibáñez, pero también se reconocen fuertemente influenciados por las corrientes estadounidenses del underground, un humor más social, ácido y crítico, muy contagiado de cultura audiovisyal, como Peter Bagge o Robert Crumb.

"Nuestra ambición es alcanzar el límite, ir un paso más allá de El Jueves. Si ellos llegan hasta la familia real, nosotros llegamos hasta el caso Marta del Castillo", agrega El Otro Samu. "Creemos que el cómic andaluz, en general, está totalmente muerto, hay muy pocas ayudas y el movimiento es muy lento, pero en nuestra opinión las cosas interesantes sólo están ocurriendo en la escena underground", concluye.

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