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Adrián, el tercero que encaja cinco

En la 1942/43 Fornes y López Cabezo recibieron sendas manitas del Sevilla. Esa campaña llegaron a jugar 4 porteros en 5 jornadas.

el 19 nov 2012 / 21:08 h.

El portero del Betis Adrián.

El guardameta Adrián San Miguel vivió el domingo la cara amarga del fútbol. Encumbrado a la titularidad por sus brillantes actuaciones ante Real Sociedad, Osasuna y Valencia, ahora le llueven las críticas por los errrores cometidos ante Sevilla y Granada. Tras debutar en Málaga en lugar del expulsado Casto y encajar cuatro goles -evitó varios más con grandes intervenciones-, logró mantener la puerta a cero en los tres siguientes partidos y ganarse el cariño de la afición y el respaldo de Pepe Mel.

Ahora pintan bastos para Adrián -nueve goles encajados en los tres últimos partidos-, marcado por su tempranero fallo a los 13 segundos del partido contra el Sevilla, que permtió a Reyes anotar el gol más rápido de la historia de los derbis y al Betis acabar encajando una de las derrotas más sonrojantes de los partidos de la maxima rivalidad. El canterano, de hecho, se ha convertido en el tercer portero de la historia del Betis que recibe cinco goles en un partido ante el eterno rival, algo que antes solo les había ocurrido, hace 70 años, a Fornes (2-5 en Heliópolis) y Lopez Cabezo (5-0), porteros del Betis en la tempotrada 1942/43, una de las de más triste recuerdo de la historia del club.

El Betis también encajó en Copa un 5-3 ante el Sevilla un 5 de abril de 1962, pero aquel partido lo empezó jugando Corral y al descanso, con 2-2, Ernesto Pons sustituyó al portero por Pepín, que en la segunda parte encajaría tres goles más, pues el partido concluyó con 5-3 favorable a los sevillistas, que pasarían de ronda al perder la vuelta solo por 1-0. En ese Betis jugaban Luis Aragonés, Bosch, Ansola, Grau, Martín Esperanza o Esteban Areta, que en el Sevilla tenía a su hermano José Luis, autor de uno de los cinco goles en ese partido.

Se da la curiosa coincidencia que la temporada 1942/43 es la única de la historia del Betis, junto a la actual, en la que actuaron tres porteros distintos en las cinco primeras jornadas de Liga. Entonces lo hicieron hasta cuatro: Paquillo jugó el primer partido bajo palos y encajó un 5-0 en Bilbao. En el siguiente Fornes encajó un 2-5 ante el Sevilla y en el tercero ya jugó López Cabezo, al que endosaron un 6-1 en Granada (en la segunda vuelta él recibió el 5-0 del Sevilla en Nervión). Cabezo siguió de titular a la jornada siguiente, en la que el Betis dio la gran sorpresa al ganar al Real Madrid (3-1), pero cayó lesionado, como sus dos compañeros, y en la quinta jornada hizo de portero desde el inicio en Les Corts el centrocampista Gómez -campeón de Liga en 1935-, que esa campaña, además de jugador y portero, acabó haciendo las veces de entrenador.

Al término de esa temporada, el Betis bajó a Segunda, luego a Tercera y ya no volvió más a Primera hasta la temporada 1958/59, categoría en la que reapareció con un sonado triunfo en el estreno oficial del Ramón Sánchez Pizjuán, un 2-4 que sirvió para olvidar 15 años, 8 meses y 4 días después, la que aún es la derrota más sonrojante de la historia de los derbis.

Ocho paradas. El domingo el Sevilla estuvo a punto de infligir al Betis la derrota más abultada de la historia -en Liga y Copa del Rey-, pues llegó con 4-0 al descanso y jugó más de media hora en superioridad numérica por expulsion de Rubén Pérez, así que el 5-0 de 1943 podía quedar en pañales.

El meta Adrián, sin embargo, después de su fallo garrafal en la jugada que dio origen al 1-0 y que le restó mucha seguridad en sus intervenciones, metió tres o cuatro buenas manos y pies ante Cicinho, Reyes, Negredo o Rakitic, evitando males mayores. De hecho, Adrián hizo 8 paradas ante el Sevilla, cifra que solo igualó en Málaga, cuando realizó otras 8 pese a los cuatro goles encajados. Ante la Real hizo 5, 3 con Valencia, 2 en Pamplona y 1 ante Granada y Getafe. En el Pizjuán lo ametrallaron a remates.

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