Adrián González, jugador del Racing, se ha mostrado convencido en vísperas de enfrentarse al Sevilla, entrenado por Míchel, su padre, de que sea cual sea el resultado su madre "no se va a ir contenta".
"El final del partido va a ser triste para la familia", ha señalado Adrián en rueda de prensa, explicando que tanto él como su padre conocen "bien" al rival. En su caso, porque procura ver todos los partidos del equipo que ahora entrena Míchel; y en el de éste, porque "ha pasado en Santander mucho tiempo mientras no entrenaba y nos ve todos los fines de semana".
No obstante, Adrián afronta el partido como un encuentro más y no como algo "especial", más allá de la posibilidad de encontrarse con su padre.
Adrián reconoce que el Racing se encuentra en una "situación delicada", pero también ha destacado que la plantilla "está bien" y no comparte la "sensación de pesimismo" que hay en el entorno y que, según ha matizado, "viene del principio de temporada". "Salir de esa idea es difícil, pero dependemos de nosotros mismos", señala.
También ha reconocido que los jugadores del Racing se fueron el lunes de Barcelona, tras caer frente al Espanyol, "bastante cabreados" porque dejaron escapar una oportunidad de salir de los puestos de descenso.
Finalmente, Adrián ha quitado importancia a que se viera relegado a la suplencia cuando Álvaro Cervera se hizo cargo del equipo, decisión que rectificó ya el pasado lunes, en su segundo partido como técnico del Racing. "Llegó con nuevas ideas que quiso plasmar desde el primer día y optó por esa opción igual que el último día nos puso a mi y a Stuani", ha apuntado Adrián, para quien cuando llega un nuevo entrenador "su discurso debe calar" y todos los jugadores "quieren agradarle" para que cuente con ellos.
