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Aeronáuticos con billete al extranjero

La Red Pegasus certifica de cara al exterior la formación de los licenciados en Sevilla.

el 30 jul 2011 / 20:32 h.

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El número uno de la IV Promoción de Ingeniería Aeronáutica, Francisco Castañeda, con su certificado de la Red Pegasus.

La falta de oportunidades no es lo que caracteriza a los recién licenciados de Ingeniería Aeronáutica de la Escuela Técnica Superior de Sevilla. Pese a que la economía española en la actualidad no se encuentra en una situación boyante, los estudiantes de este sector aseguran que no encuentran motivos para preocuparse por su futuro.

Este respiro laboral se respalda con el certificado de pertenencia a la Red Pegasus -organización europea que distingue la excelencia universitaria en la rama aeronáutica-, un título que la nueva generación recogió de la mano del profesor de la Universidad Politécnica de Milán de ingeniería aeronáutica Franco Bernelli en el acto de clausura del curso 2010-2011. El hecho de pertenecer a la Red Pegasus implica que los aeronáuticos sevillanos gozarán del reconocimiento de su formación fuera de las fronteras españolas, un aval que en estos momentos los licenciados ven más que provechoso.

Pese a la posición "privilegiada", según los nuevos aeronáuticos, en la que se encuentran, los jóvenes aseguran que el déficit de condiciones a la hora de trabajar es un gran obstáculo para su formación. Pero esta carencia se hace más palpable cuando los jóvenes piensan en los esfuerzos que requiere estudiar la carrera. Una situación que implica, para muchos de ellos, la necesidad de buscar su futuro profesional en el extranjero.

Así piensa el número uno de la IV Promoción de Ingeniería Aeronáutica, Javier Castañeda. Después de pasar una temporada formándose en la universidad británica de Cranfield, Castañeda se ha dado cuenta de que los ingenieros aeronáuticos españoles son reconocidos por su teoría, pero no por la práctica. Un hecho que para el joven supone un inconveniente, puesto que en el sector "no se sube por méritos, sino por la experiencia laboral".

El número uno de la nueva promoción apunta que en EEUU la inversión del PIB nacional para la formación aeronáutica es "muy superior a la de España", lo que para Castañeda es una razón más que suficiente para iniciar allí su carrera profesional.

Como Castañeda, Vladislav Manlic -número tres de la nueva generación de aeronáuticos sevillanos- opina que su salida laboral se encuentra fuera de las fronteras españolas. De hecho, Manlic continuará su formación con un doctorado en Suiza.

Para los licenciados el principal problema de la aeronáutica española es la carente relación entre universidades y empresas. Según Manlic, una de las formas de impulsar el desarrollo del sector en España es "fomentar la relación entre universitarios y empresarios durante el desarrollo de los proyectos de fin de carrera". Una interacción que se hace necesaria, sobre todo, "a la hora de adquirir la formación que luego requerirán las empresas", indica el número tres.

Pese a que la carente relación entre la docencia y la práctica es uno de los problemas, los aeronáuticos sevillanos hacen hincapié en la falta de condiciones, en relación a las exigencias de la carrera, en el ámbito laboral. Ante esta situación, el recién licenciado Miguel Ángel Vidal asegura que hay una falta de reconocimiento: "En España te valoran la formación, pero luego está mal pagada", asevera.


Alternativa. Aunque en ocasiones los nuevos aeronáuticos ven en la situación de España un obstáculo para salir al mercado laboral, los responsables de formar a estos jóvenes no escatiman esfuerzos por encontrarle el lado positivo a los momentos que hoy en día vive la economía.

El rector de la Universidad de Sevilla, Joaquín Luque, y el conferenciante de la clausura del curso, el miembro de la Real Academia de Ingeniería de España Manuel Doblaré, insistieron en la importancia de extrapolar la formación adquirida más allá de la ingeniería.

En este sentido, una de las recién licenciadas, Helga Esteban, destaca la necesidad de "darle un enfoque diferente a la ingeniería desde la universidad". De hecho, la joven buscó en su proyecto de fin de carrera sobre ingeniería biomecánica -rama que estudia su aplicación en el movimiento humano- aportar este concepto "social" de la ingeniería.

Estos licenciados no pierden la esperanza en encontrar un trabajo, como asegura Esteban. "Al principio cuesta, pero luego surgen las oportunidades", sentencia.

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